Año II - Nº 83 - Uruguay, 18 de junio del 2004
 
- El cinismo y la hipocresía
- Reflexiones
- La Redota, cuando el Chuy se fue con Artigas
- Estampas del Camino del Indio
- Un actor de terror
- Memoria, ¿recuerdan qué significa?
- La Lluvia
- La Torre de Babel y la despedida de Arturo

- El "cabezón" Olmos: Hombre, manos y madera

- Chairando Ideas
- Hurgando en la Web
- Así Somos
- Miguel Angel Campodónico, el escritor de la no ficción
- Ecos de la Semana
- El libre comercio no resuelve problemas de desempleo y pobreza
- La sociedad civil es indispensable para la construcción política
- Los dueños del agua
- Bitácora Política
- Información Ciudadana
- La Cocina Uruguaya
- Rincón de Sentimientos
- El Interior también existe
- Olvidémonos de las Pálidas
- Las Locuras de El Marinero
- Correo de Lectores

 

Expertos afirman que el libre comercio no resuelve problemas de desempleo y pobreza

Sao Paulo (EFE).- Los acuerdos de libre comercio en boga en todo el mundo no resuelven los problemas de pobreza y desempleo en los países en desarrollo, cuyas exportaciones son vendidas a precios irrisorios, destacaron hoy expertos reunidos en Brasil.

Las naciones en desarrollo "se ven obligadas a vender barato y a comprar caro", afirmó Lakshmi Puri, directora de comercio internacional y productos básicos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, (Unctad).

La experta reconoció que en el sistema internacional hay una enorme injusticia en los términos de intercambio, ya que -indicó- los países pobres que dependen de unos pocos bienes agrícolas y primarios encuentran precios cada vez más bajos en los mercados internacionales.

"Tenemos que devolver las ganancias a los países en desarrollo", dijo durante una rueda de prensa .

Puri destacó que grandes empresas internacionales de alimentos, por ejemplo, se quedan con las mayores ganancias de los precios finales de bienes, mientras los agricultores reciben cada vez menos por su producción.

En el mundo en desarrollo, las economías de 39 países dependen por completo de un producto básico y otros 59 de dos o tres, cuyos precios se mantienen "bajos declinantes", lo que ha generado un severo impacto negativo en el desarrollo de estos países, indicó.

Un estudio de Unctad, comentado por Puri, destaca que la fluctuación de los precios de materias primas, como hidrocarburos, y minerales y alimentos, como café, algodón, cacao y azúcar, han llevado a peores niveles de pobreza a millones de personas.

Las naciones productoras de café dejaron de percibir 19.000 millones de dólares entre 1999 y 2002 respecto a los niveles de precios de 1998, y sus ingresos globales son hoy la tercera parte de lo que eran a mediados de los años 90.

La participación de los productores en la cadena de procesamiento agrícola debería ser tomada en cuenta, más allá de los temas de acceso a mercados de países que tienen limitaciones estructurales, para beneficiarse de las negociaciones comerciales, destacó Puri.

La crisis en el comercio de bienes básicos ha sido señalada en la conferencia como un gran tema fuera de las grandes discusiones.

En negociaciones de comercio las prioridades de grandes productores de soja y cereales no son los mismos que los de los pequeños productores de café en grano de Centroamérica, por ejemplo, que no se benefician de los precios finales de una taza de la bebida, añadió Puri.

El ministro de Comercio de Nigeria, Idris Wazin, advirtió que mientras "más se practica comercio, más se aumenta la brecha entre pobres y ricos".

La gran pregunta es cómo van a desarrollarse países que dependen de un sólo producto básico y no tienen acceso a los mercados, dijo.

"Y cuando lo tienen, son los grandes jugadores los que determinan los precios, que son siempre los mismos", añadió.

En este sentido, Puri coincidió en que el comercio no es una panacea para el desarrollo y que éste sólo será posible con "una simbiosis" de soluciones y tomando en cuenta que los países pobres necesitan más infraestructura, capacidad tecnológica, acceso a capitales y asesoría técnica.

Según la Unctad, los sistemas de libre comercio fueron lanzados en 1995 asumiendo que iban a traer grandes beneficios para todos.

La Ronda de Uruguay que llevó a la creación de la Organización Mundial de Comercio (OMC) asumió que las ganancias anuales para los países en desarrollo sumarían 116.000 millones de dólares y el ingreso anual del mundo se expandiría en 510.000 millones de dólares, en ambos casos para el 2005.

Pero, para que estas ganancias puedan materializarse, el sistema multilateral de comercio debe consolidarse a través de acciones y progresos concretos.

También deben ser contrarrestadas la pérdida de puestos de trabajo y el resurgimiento del proteccionismo en algunos mercados clave , señaló el documento de la Unctad.

Según los expertos, esos cálculos optimistas asumían que los acuerdos comerciales acabarían con las distorsiones de precios en productos básicos y permitirían aumentar el consumo interno y regional de los productos básicos a valores mejor remunerados.