
Un país con espacio
El panorama económico del Uruguay es producto de las opciones que su gente, tanto en el pasado como en el presente, fue haciendo sobre el uso de sus recursos: tierra, trabajo y capital. Esto nos permite formular una idea importante, aunque parcial, acerca de la esencia de esta sociedad. Porque para comprender a un país es necesario mirar en y más allá de sus índices de productividad, sus políticas de desarrollo, su PBI o cualquiera de los tantos indicadores económicos.
Uruguay, enclavado entre dos importantes países del mercado regional -Brasil y Argentina-, logró mantener una cierta estabilidad económica a pesar de las fuertes convulsiones que sacudieron a sus vecinos. El hecho de que Uruguay no confie en soluciones repentinas o mágicas y que la idiosincrasia nacional lo lleve a enfrentar el cambio de manera lenta y sostenida, sumado a su tradición democrática y alto nivel de educación han contribuido a generar esa codiciada flexibilidad.
Históricamente, Uruguay ha pasado por cuatro estadíos de desarrollo económico. El primero (1830-1914) fue de crecimiento externo y lo llevó a abrazar los conceptos liberales de ventajas comparativas y especialización del comercio. Todas las metas, prioridades y políticas se apoyaron en una economía abierta al exterior. En el segundo período (1914-1931) la política económica coincidió con la visión de los gobernantes y administradores que se orientaron a favorecer el crecimiento de la industria nacional, desanimar la dependencia de la importación y subsidiar el desarrollo de ciertos productos agropecuarios. En el tercero (1931-1974) se dieron políticas fiscales y monetarias que priorizaron el crecimiento interno.
Alrededor de 1974 se inicia el cuarto estadío. Lentamente se adopta una filosofia de libre mercado considerando al sector privado como el más dinámico de la sociedad y permitiendo que el espíritu empresario sea el motor del desarrollo económico.
Se impulsó entonces una política continuada de liberalización económica y apertura, en la convicción de que Uruguay debe alcanzar la integracion regional e internacional para lograr el crecimiento económico. En la actualidad, el Uruguay se ha comprometido en la redefinición del rol del Estado; una reforma del sector educativo; la modificación de los sistemas electoral y de seguridad social así como en la expansión y fortalecimiento de las políticas macroeconómicas, con el objetivo de alcanzar un ritmo sostenido de crecimiento.
Desde que el gobernador Hernandarias, a principios del S. XVII reconociera la riqueza potencial de estas tierras y las poblara con ganado, la economía del país se ha basado en el sector agropecuario. Los productos y subproductos del agro suman más de las dos terceras partes de las exportaciones. No es extraño que este sector juegue tan importante papel en la economía de un país donde el stock ganadero es diez veces mayor que su población.
El clima templado y la densa red hídrica que riega sus praderas crean las condiciones ideales para la cría y engorde de ganado permitiendo que, sobre un total de 12.8 millones de vacunos, la producción de carne haya alcanzado las 872 mil toneladas en 1995. Uruguay ha sido declarado país libre de aftosa, por lo cual puede aspirar a obtener precios más altos que los 400 millones de dólares en 1995. La estrategia de mercadeo se orienta a enfatizar la sanidad, la alta calidad y bajo contenido de colesterol de la carne uruguaya, consecuencia esta última de la alimentación a base.de pastos naturales.
Por su parte, la industria frigorífica ha entrado en un período de reestructuración. El Frigorífico Canelones ha elevado sus exportaciones en un 80 por ciento (50 millones de dólares en 1995) tras la incorporación de capital y administración de nuevos inversores. El Frigorífico Colonia exporta por unos 30 millones de dólares y ha ingresado al grupo Quickfood, realizando también fuertes inversiones en tecnología.
En el sector lanero, junto con Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica, el Uruguay es uno de los principales exportadores del mundo. La última zafra lanera produjo 80 millones de kilos sobre un stock estimado en 20.1 millones de ovinos. Los mayores compradores del producto son China, Europa del Este, Japón y Estados Unidos de América.
La tradicional industria del cuero ha visto crecer su producción y utilidades durante 1995. En los primeros diez meses de ese año, las exportaciones alcanzaron 210 millones de cueros en las distintas variedades. Los principales mercados son Italia, Tailandia, Brasil y Hong Kong.
El Uruguay es uno de los mayores exportadores de fruta fresca en Sudamérica. De estas exportaciones, que sumaron 114 mil toneladas en 1995, un 70 por ciento está destinado a Europa Occidental, 20 por ciento a Europa del Este, 7 por ciento a Medio Oriente, 2 por ciento a Canadá y solo el 1 por ciento a países del Mercosur.
De reciente desarrollo, la industria forestal pasa por un momento de innovación. Las condiciones de crecimiento aseguran la producción de madera en sólo 8 o 10 años en contraste con los 25 que demora en el norte de Europa o Canadá. Unos 3 millones de hectáreas han sido destinadas para forestación, de las cuales solo un 10 por ciento está aprovechado. Las nuevas plantaciones crecen a razón de 45 mil hec~ táreas anuales y, a pesar de que los árboles apenas están alcanzando la madurez, las exportaciones crecieron de 27 millones en 1994 a 46 millones de dólares en 1995. Las proyecciones indican que para el año 2002, estas cifras se elevarán a unos 300 millones.
En el sector pesquero, según fuentes del Instituto Nacional de Pesca -INAPE-, durante el año 1995, se capturó un total de 126.5 mil toneladas, de las que se exportaron 65 mil por un monto de 82.1 millones de dólares.
Una de las industrias que más utilidades representa en materia de exportaciones es la industria láctea. En 1995, la producción alcanzó los 940 millones de litros y el consumo interno fue de 256 millones; ambas, cifras récord en los últimos seis años. CONAPROLE, Cooperativa Nacional de Productores de Leche, exportó en 1995 por unos 106 millones de dólares, un 50 por ciento más respecto de los últimos tres años. Su estrategia se orienta al Mercosur y eventualmente a Europa. En un intento por agregar tecnología operativo, CONAPROLE realiza un joint-venture con capitales franceses para construir una nueva planta de elaboración de quesos. Por su parte, Parmalat Uruguay incremento sus exportaciones en un 123 por ciento desde que compró la empresa Lactería S.A.
Además de los sectores productivos, es importante estudiar el desarrollo del sector financiero. A lo largo de su historia, especialmente en las últimas dos décadas, el Uruguay ha tenido el régimen financiero más libre de la región. Fue uno de los primeros países en eliminar el control de cambios en 1974; las transacciones de capital se pueden realizar en cualquier moneda y no hay restricciones gubernamentales que determinen las tasas de interés sobre préstamos y depósitos. No se grava impuesto a los ingresos sobre las cuentas de los no residentes y hay absoluta libertad para las operaciones de offshore y holdings. Además, su larga tradición en el respeto del secreto bancario está adecuadamente protegida por la ley.
Todo esto contribuye a que Uruguay se perciba como un país de menor riesgo que sus vecinos y ello explica el sustancial crecimiento del sector financiero y su importancia en la economía nacional. Du-, rante 1995, el sector empleó un 8.8 por ciento de la fuerza laboral, un 2-9 por ciento más respecto de 1994. La reforma al sistema de seguridad social que ha impulsado la creación de fondos de pensiones financiero. Obviamente, este sector tiene mayor potencial de desarrollo.
El acceso a la información que provee una prensa libre y conflable cimenta estas condiciones políticas y económicas. En emisión televisiva, los canales 10, 12 y 4 trasmiten para todo el país, al igual que las emisoras radiales NuevoTiempo, Carve, Sarandí, Montecarlo, El Espectador, entre otras. Varias publicaciones de actualidad ofrecen un registro serio de la crónica cotidiana nacional e internacional. Entre los medios escritos, los diarios El País, La República, El Observador, La Mañana y semanarios como Tres, Posdata, Búsqueda y Brecha satisfacen a diversos segmentos de lectores.
En tema de comunicaciones es ineludible mencionar a la empresa Antel que además de telefonía convencional (21 teléfonos cada 100 habitantes) y celular -Ancel-, presta servicios empresariales de alta tecnología: videoconferencias, enlaces directos vía satélite o cable de fibra óptica, acceso a Internet y su servicio Urupac para la transmisión de datos por conmutación de paquetes.
Otro de los pilares económicos en materia de servicios es el Turismo. El importante caudal de divisas que genera este sector ayuda a disminuir el déficit comercial. Al mismo tiempo, estimula a la industria de la construcción, uno de los sectores más dinámicos del país. Durante 1995, los ingresos por turismo alcanzaron 620 millones de dólares.
Con el fin de desestacionalizar la afluencia de visitantes que se da principalmente durante los meses de verano, el Uruguay se ha lanzado a diversificar su producto, promoviendo otras atracciones como el ecoturismo, el turismo de estancia, turismo termal, organización de eventos culturales y la creación de un Bureau de Convenciones. Inceutivos en materia de exoneraciones impositivas tienen como objetivo favorecer la inversión en este sector a fin de que continúe desarrollándose.
La Intendencia de Montevideo ha impulsado el embellecimiento de parques y avenidas en el intento de crear puntos de atracción urbana. Planes más ambiciosos ocupan al sector privado. Por otra parte, un proyecto de remodelación de las instalaciones del Aeropuerto Internacional de Carrasco acompañará la política emprendida de cielos abiertos.
El horizonte característico de Punta del Este ya ha tomado nuevas formas con las líneas monumentales del Hotel Conrad, inversión que superará los 180 millones de dólares. En este sentido, la ampliación del Aeropuerto de Laguna del Sauce posibilitará un tránsito aéreo de mayor envergadura que aumentará las posibilidades de Punta del Este como destino turístico. Estas obras de gran magnitud han propiciado la instalación de importantes empresas, que constituyen nuevas fuentes de traba o en el interior. Tal es el caso, en Maldonado, de Premex S.A., filial de Concrexur S.A. principal hormigonera nacional, además de empresas constructoras como laveccia Construcciones. El mercado de 200 millones de personas que supone la integración regional del Mercosur será, en definitiva, la columna vertebral de este servicio. El hecho de que Uruguay integre el bloque del Mercado Común del Sur trae aparejados dos hechos significativos. El primero es el acceso a un mercado más amplio; el segundo, el enfrentamiento a un mayor grado de competitividad. Al entrar en vigencia la unión aduanera de las naciones miembros en 1995, el Brasil ve incrementado su mercado interno de 150 millones de personas en apenas un tercio. Para Uruguay la integración significa un mercado potencial 70 veces mayor al propio. Pero también 70 veces más competitivo. Son pocos los que discuten que pertenecer al Mertosur implica una serie de profundos cambios económicos y sociales, además de un gran desafío.
La reestructuración ya está en marcha con la remodelación del Puerto de Montevideo. Varias empresas encontraron su nicho en el Mercosur con la oferta de productos de alta calidad. Un ejemplo es FANAPEL, Fábrica Nacional de Papel, que está invirtiendo unos 37 millones de dólares en la adquisición de tecnología. La arrocera SAMAN también ha aumentado sus inversiones internas y desarrolla una agresiva política de exportación. La Administración Nacional de Usinas y Transmisiones Eléctricas -UTEque genera, distribuye y comercializa energía, ha implantado una nueva cultura empresarial orientada a la cooperación e intercambio con otras empresas, a través de un área específica de Consultoría Externa. PLUNA, aerolínea de bandera, es hoy una empresa mixta que apunta al mejoramiento de su servicio y a un mayor protagonismo internacional. Otras líneas internacionales como VARIG y American Airlines unen la capital con el resto del mundo.
Acaso la ventaja más grande del Uruguay sea su ubicación. El Puente Internacional Colonia Buenos Aires es parte de un proyecto más ambicioso: el Eje Vial del Cono Sur, autopista que unirá Santiago de Chile-Buenos Aires-San Pablo. A todo lo antedicho se suma la perspectiva de que Montevideo sea definitivamente la capital administrativa del Mercosur.
Uruguay posee un rol fundamental en la integración regional y, al asumir el desafío del cambio, se orienta a un futuro de desarrollo económico y un nuevo protagonismo en el que pondrá de manifiesto su maravilloso potencial productivo y humano.
Material publicado en Así es Uruguay