Charla sobre la nueva Ley de Extranjería
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por Graciela Vera
Periodista independiente
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El domingo 25 de enero el Colectivo Ecopacifista Solano (Sevilla), David Roldán, pacifista, integrante de Algarive y actualmente asesor medioambiental del Ayuntamiento de El Viso del Alcor dio una interesantísima charla sobre emigración y los problemas que para los irregulares ha representado la puesta en vigencia de la última reforma de la Ley de Extranjería.
Los conceptos vertidos en la misma nos llevan a reproducir en forma íntegra sus palabras.
El texto del discurso que leyó ante una interesante concurrencia de trabajadores españoles e inmigrantes es el siguiente:
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”No es posible construir otro mundo mejor, más justo, si le damos la espalda a los inmigrantes, si nos tapamos los ojos y los oídos ante la represión y las injusticias de la que son objeto, si no facilitamos la acogida.
Por ello defiendo la legitimidad del hecho de emigrar, o sea, la legitimidad de intentar buscar una vida mejor, más digna, en cualquier lugar del planeta y lo defiendo también como una manera de luchar contra el desequilibrio Norte/Sur. Pienso que es un derecho humano que debe ser reconocido y respetado.
Reclamo la igualdad de trato para todas las personas, el derecho básico a poder disfrutar de todos los derechos por ser personas, no por ser nacionales. El lugar de nacimiento no lo elige nadie. Es una suerte, un accidente que no debería influir en el trato.
Quiero dar una visión positiva del hecho migratorio, de la inmigración. La inmigración es un fenómeno histórico y estructural que tiene numerosos aspectos positivos de enriquecimiento social, demográfico, cultural y económico. No se puede caracterizar la inmigración como un problema de orden público que se afronta con medidas policiales y represivas.
Estoy seguro de que la inmigración va a generar conflictos, los está generando ya, pero pienso que lo que hay que hacer cuando surjan los conflictos es educar en la resolución de los mismos, en el dialogo, en el conocimiento mutuo, en un esfuerzo de adaptación y de integración por las dos partes (por la sociedad de acogida y por los inmigrantes). Para ello, insisto, hay que reconocer los derechos como fuente de integración, de lo contrario estamos creando marginación. Este creo que es el camino para construir sociedades verdaderamente democráticas, interculturales, plurales, abiertas.
Por tanto cuestiono las políticas de cierre de fronteras y las filosofías que encaran el fenómeno de la inmigración poniendo el acento en lo económico y en la primacía de los nacionales. Y lo hago por varias razones: por inhumanas y por xenófobas (Los inmigrantes solo cuentan como mano de obra no como personas. Si tienes contrato de trabajo tienes derechos, si no, serás un excluido social).; por insolidarias (fomentan el egoísmo nacional) por que criminalizan al inmigrante (llaman ilegal y tratan como a un delincuente a quien simplemente ha cometido una infracción administrativa: entrar sin papeles) y por inútiles (Una política de control policial y asfixia legal para el sin papeles no evita la inmigración indocumentada, solo la hace más penosa, más sufrida. Es imposible parar con alambradas, helicópteros y sensores el deseo de encontrar un futuro mejor, entre otras cosas porque los que vienen en patera son una minoría, aunque se quiere aparentar lo contrario). Si hay una gran bolsa de sin papeles, de personas en situación irregular es porque estas políticas los crean, incluso entre los que eran legales, porque no se toma en serio la integración.
Critico también el discurso mediático con el que se encara el fenómeno de la inmigración por parte del gobierno. Un discurso negativo, alarmista, que sitúa constantemente a la inmigración bajo el signo de la sospecha.
Apoyándose en el miedo a lo desconocido, al otro, asocian la inmigración con términos como: invasión, inseguridad, delincuencia, mafias, ilegalidad.
……………………...
Quiero además enturbiar esa imagen autocomplaciente que suele darse desde el discurso oficial de que somos una sociedad solidaria. Hasta en El Viso hemos escuchado decir "El Viso es un pueblo solidario". Nada más lejos de la realidad. No podemos decir que produzca un gran impacto en la opinión pública visueña la muerte masiva de personas que se valen de la única y arriesgada opción que les queda para entrar en España, para buscar una vida mejor. La política de cierre de fronteras que ha convertido al Estrecho en una fosa común, en un enorme ataúd, deja a la mayoría prácticamente indiferentes. Esto no conmueve, es una noticia rutinaria, que no perturba nuestra tranquilidad, que no nos subleva, que ni siquiera nos lleva a cuestionarnos que estamos votando.
Yo creo que en este asunto como en otros muchos es donde sale a flote la propia calidad moral, social y democrática de una sociedad. El hecho migratorio refleja claramente la fragilidad y la hipocresía de nuestros
sistemas sociales que hemos llamado democráticos y civilizados.
Recientemente ha entrado en vigor una nueva reforma de la Ley de Extranjería que supone un gran retroceso con respecto a la anterior (ya bastante nefasta por cierto) porque a través de ella el gobierno niega nuestros bienes más preciados como son la democracia y el bienestar a las personas procedentes de otras orillas. Predica el universalismo, maldice los nacionalismos periféricos, pero luego es hipernacionalista. Esto es gravísimo, pero todo apunta a que seguirá como si nada hubiera pasado, porque casi nadie sale a la calle y porque, para mas inri, el gobierno y la parte de la oposición que comparte esta ley, insisto, serán los que más votos obtendrán en las próximas elecciones.
La nueva ley supondrá la muerte civil y social de los inmigrantes y convertirá en mera retórica la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Ni la persona ni sus derechos fundamentales cuentan cuando se es
inmigrante.
Estamos en manos de gobernantes que no creen en el principio de igualdad, ese principio elemental que dice que toda persona tiene los derechos y libertades proclamados por la Declaración Universal de los DDHH, aquello de
que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos.
La Actual reforma de 21-12-03 es un GRAN RETROCESO, bloquea las vías de regularización de los inmigrantes, de obtención de papeles. Condena a la exclusión a los sin papeles. No se les quiere como ciudadanos sino como
súbditos.
Os pongo un poco en antecedentes. La legislación que regula la entrada y residencia de extranjeros en España ha vivido en poco más tres años tres reformas que vienen a demostrar el fracaso de las anteriores. La primera Ley
de Extranjería la elaboró el Gobierno del PSOE en 1985. Esta ley fue sustituida por la ley 4/2000 (una ley que elaboró y aprobó toda la oposición al gobierno del PP y que ha sido la más avanzada, la menos mala para los
inmigrantes). Pero el PP dijo que si en el 2000 ganaba las elecciones por mayoría absoluta tumbaría esa Ley. Y así fue, la reformó a través de la Ley 8/2000 que entró en vigor el 23-1-2001. Ahora vuelve a reformar su propia
reforma. Hasta la fecha las distintas leyes de extranjería, aunque con diferencias, al estar contagiadas por la misma filosofía que antes he descrito, han sido un instrumento que ha materializado y legitimado el racismo institucional.
Para entrar en España cualquier ciudadano de la UE solo necesita el DNI y algo de pelas. En cambio a un marroquí, por ejemplo, o a otra persona de origen africano o asiático -no digo latinoamericano porque en este caso si hay excepciones- se le exige un pasaporte, un visado en las oficinas consulares o embajadas españolas. Para obtener ese visado necesita un montón de documentos: certificado de penales, certificado médico, certificado ante notario de que dispone de 9.000 ptas. en dinero líquido /día de estancia o de que algún amigo o familiar le va a mantener, certificado del trabajo actual que realiza, certificado de cuenta bancaria. Este procedimiento es tan esquizofrénico que se tarda hasta 30 meses. Aquí hay una gran discriminación, no solo con respecto a los nacionales sino también con otras personas de otros países.
NOVEDADES
Hasta ahora el visado se podía obtener personalmente o nombrando un representante, lo cual se podía realizar estando incluso en España. Eso ya se acabó. El visado hay que sacarlo personalmente en las oficinas consulares
de los países de origen. Para residir legalmente en España hace falta un permiso de trabajo y otro de residencia. Para solicitarlos también hacen falta muchos documentos: precontrato, memoria de la empresa, TC1 y TC2,
Certificado de Inscripción en la Seg. Social, fotocopia de pasaporte, fotos, solicitudes de visado, residencia y trabajo, etc...
Antes con el paso del tiempo los que no tenían papeles al hacerse con una oferta de trabajo de cualquier empresario iniciaban los trámites para documentarse por medio del llamado procedimiento general ordinario. Para obtener un permiso de trabajo había dos formas: a través del contingente (cupo) que es el modelo temporal, de retorno o bien a través del procedimiento general, que consiste en una oferta aislad de un empresario.
En la practica, a finales del 2001, tras la reforma 8/2000 el gobierno cerró la vía del procedimiento general, estaba bloqueada. Aunque aceptaban en estos dos últimos años solicitudes de los sin papeles no las resolvían,
impidiendo que el que estuviera aquí pudiera regularizarse. Ahora se cierran también la del contigente para los que estén aquí, porque solo accederán al contigente los que no se hallen o residan en España.
Por tanto, que quede claro, No se admitirán a tramite las solicitudes presentadas por los extranjeros que se hallen en España irregularmente, salvo por razones humanitarias, colaboración con la justicia, arraigo (antes
2 años, después 5 años, ahora indeterminado) y otras circunstancias excepcionales (salvar a alguien de la muerte). Todo ello queda al capricho de la administración. A los inmigrantes sin papeles que ya estén entre
nosotros no se le ofrece ninguna solución, solo la expulsión.
Ahora trasladan las colas de las delegaciones de extranjería a las oficinas consulares, donde hay una escandalosa falta de medios humanos y técnicos.
Insisto, ahora es obligatorio la comparecencia personal del inmigrante en las oficinas consulares (algo bastante costoso). Antes bastaba con elegir a un representante para que te recogiera el visado.
*Además se suprime la regularización de los que hubieran sido titulares de un permiso y no hubieran podido renovarlo.
* La policía accederá a los datos de los extranjeros registrados en el padrón, algo que no pueden hacer en el caso de los nacionales. El derecho a empadronarse era uno de los pocos que conservaban los indocumentados. Ahora se viola el derecho a la intimidad personal y familiar recogido en el artículo 18 de la Constitución y la Ley de Protección de Datos. Además los que no tengan autorización de residencia permanente, aunque si de otro tipo, deberán renovar cada dos años su inscripción padronal (cosa de la que los españoles también estamos exentos).
*A los indocumentados, con la Ley de la oposición, se les reconocían derechos fundamentales como los derechos de reunión, asociación, sindicación, manifestación o huelga, pero la reforma realizada por el PP se
los quitó. Por ejemplo, esta reunión es ilegal para los que son inmigrantes sin papeles. Además, se les deja indefensos, expuestos a la explotación mas descarada, pero la explotación no le preocupa al gobierno, por eso no
establece medios para combatirla. Las distintas leyes de extranjería han impedido, e impiden, que los sin papeles puedan acudir en la práctica a denunciar los chantajes y abusos de que son objetos, por que se convierten ellos mismos en objeto de la acción policial y se exponen a ser expulsados.
No existe una garantía jurídica que asegure al inmigrante explotado para que pueda denunciar su situación sin perderlo todo. Si denuncia al empresario será expulsado. Para ellos no existe la tutela efectiva de los jueces ni el
derecho a la asistencia jurídica gratuita. Con ello se produce indefensión y se vulnera el art. 24 de la Constitución que recoge estos derechos.
*Pero es que ahora además peligra el derecho a la asistencia sanitaria, a la educación y a las ayudas de los servicios sociales por el tema del padrón.
Estar inscrito en el padrón de un ayuntamiento es un requisito imprescindible para acceder a todo lo anterior. El miedo a que te controlen y expulsen al acceder al padrón hará que mucha gente no se inscriba, con lo que dependerán, a la hora de recibir asistencia sanitaria, de la buena voluntad del médico. A la hora de recibir asistencia especializada o medicación debe figurar el número de asegurado y si no lo tiene...
*Se limita la reagrupación familiar. Los reagrupados solo podrán reagrupar si cuentan con un permiso independiente de residencia y de trabajo. El inmigrante con papeles puede reagrupar a su cónyuge, a sus hijos y a sus padres pero no a sus suegros. Eso, antes lo podían hacer su mujer si llevaba aquí dos años. Ahora necesitará un permiso independiente, con la única excepción de las maltratadas.
Para los hijos reagrupados les hará falta también obtener un permiso de trabajo.
*Entre las medidas más publicitadas como positivas están el visado de tres meses para la búsqueda de empleo. El visado se vincula al contigente y solo puede ser solicitado por los no residentes aquí, por hijos y nietos de
españoles o por otros extranjeros, pero en este último caso deberán dirigirse solo a determinados sectores. El visado ahora habilita no solo para entrar sino también para residir, estudiar o trabajar.
*RESPECTO A LAS SANCIONES PREVISTAS:
*El piloto de un avión, el capitán de un navío, el conductor de un autobús tienen que realizar tareas policiales. Están obligados a remitirle a las autoridades los nombres, la fecha de nacimiento, la nacionalidad, el
pasaporte y los billetes de regreso de los pasajeros que vayan a trasladar a España antes de salir de su país , así como comunicar una vez aquí los que no usan el billete de vuelta.
*Además las compañías están obligadas a comprobar la validez de la documentación que aportan los extranjeros Y si no regresan deben comunicarlo. Quien se niegue a hacer de guardián será sancionado con multas
de hasta 500.000 euros por pasaje no declarado y además pagará los gastos de retorno al país de origen.
* A cualquier otro ciudadano lo pueden multar con 250.000 ptas. por recoger a un inmigrante sin papeles que haga autostop (CASO MIO CON EL DE TOGO=DELITO).=Fomenta el racismo.
*Se penaliza con la prohibición de volver a España en 10 años los intentos de entrada irregular.
RESPECTO A LAS EXPULSIONES
*Antes, con la Ley 4/ 2000, la de la oposición, a los indocumentados solo se les pedía comunicar la obligatoriedad de salir del país e imponerles una multa que podía llegar a las 50.000 ptas. Con la Ley 8/ 2000 (la del
gobierno) ya se les podía expulsar, pero la aplicación de las órdenes de expulsión se presentaba complicada en la práctica por dos razones: 1) porque hay pocos países que admiten a sus ciudadanos expulsados. (Marruecos si) y por el coste económico de los billetes y de los policías que le acompañan (por ejemplo, a China 1 millón de ptas.) Ahora con la nueva reforma, aparte de incrementarse el presupuesto para expulsiones en un 116%, se va a repatriar incluso a los menores sin familiares que sean detenidos, aunque estén en centros de internamiento desde los que se está haciendo una labor educativa para facilitar su integración.
*Además se procederá a la expulsión de inmediato, sin ser puestos a disposición judicial, sin el habeas corpus constitucional, sin audiencia, cuando haya una resolución de expulsión de un país de la UE. ¿Dónde queda el
derecho a la defensa y al recurso?
*Se contempla también la reclusión en Centros de Internamiento del extranjero incurso hasta ser expulsado.
Como veis la nueva ley construye a los indocumentados como inintegrables.
Todo un APARTHEID LEGAL que institucionaliza la discriminación, porque las garantías jurídicas quedan mermadas:
- No se les reconocen derechos básicos: reunión, asociación, manifestación... Se elimina la tutela efectiva de los jueces, el derecho a ser oído y defendido antes de ser sancionado y expulsado.
- Se les va a excluir de la Ley de procedimiento administrativo común, creando un sistema procedimental específico (sin garantías procedimentales, sin silencio administrativo positivo, sin posibilidad de recurso, con
dilación injustificada de plazos, con una hiperinflación de requisitos burocráticos...). Los expedientes administrativos de los inmigrantes no se resuelven en tres meses.
- La derogación del visado deja de ser motivada, con lo que no hay posibilidad de recurso, excepto en los casos de reagrupamiento familiar o trabajo por cuenta ajena.
- Se elimina la asistencia jurídica gratuita, la ayuda a la vivienda. Muchos después de llevar aquí 15 años ni siquiera tienen el derecho al voto.
Estamos ante un panorama éticamente obsceno (no se respetan principios éticos elementales), políticamente peligroso (argumentos xenófobos) y jurídicamente inadmisibles (se violan derechos humanos básicos).. *Estamos
creando una sociedad con dos categorías de personas. Aquí, muchas Celebraciones del 25 aniversario de la Constitución y ésta no se aplica. Y eso ocurre porque gran parte de nuestra sociedad lo consiente, porque hay
muy poca cultura democrática, mucha indiferencia cruel, porque no se tienen asumidos los valores de igualdad y de pluralismo como patrimonio común.
Los inmigrantes están pagando un alto precio de desarraigo, exclusión y explotación. Debemos tener en cuenta que no debería existir nada por encima de la dignidad de los derechos. No hay futuro si excluimos d nuestra
civilización a los diferentes, a los otros. Nuestra meta debe ser que las políticas migratorias coloquen a la persona en el centro. Si queremos contribuir a cambiar el mundo no podemos quedarnos cruzados de brazos ante esta injusta realidad.
¿Y QUÉ DEBEMOS HACER PARA ELLO?
Pues dar a conocer esta injusta ley para sensibilizar a la sociedad sobre las injusticias que conlleva. DESOBEDECERLA. Respaldar los derechos de las personas inmigrantes, tengan papeles o no, apoyar su integración con cuantos medios tengamos al alcance. Denunciemos las muertes en el estrecho. Luchemos junto con ellos porque su vida sea tan digna como queremos que sea la nuestra. Y para ello la comisión de inmigración que hemos creado en Solano es un excelente medio. Los que estamos en ella estamos desbordados. Tenemos
muchos proyectos y mucho trabajo: búsqueda y recogida de alimentos para quienes lo necesitan, búsqueda de viviendas, de mobiliario, arreglo de papeles, información sobre recursos y, sobre todo, establecer relaciones,
conocernos, hacernos amigos, tener presencia (juntos) en la calle, facilitarles la acogida, el hueco que se merecen. Para ello ya hemos hecho varias reuniones y charlas, hemos resuelto varios problemas y tenemos
previsto realizar una Fiesta Intercultural el 6 de febrero, un Taller sobre el Hambre el 21 de febrero y un partido de fútbol, de momento. Necesitamos para todo esto muchas manos, como por ejemplo las tuyas.
Para terminar quiero hacerlo con dos citas. Decía Luther Martin King que "Cuando reflexionemos sobre nuestro siglo no nos parecerá que lo más grave son las fechorías de los malvados, sino el escandaloso silencio de las
buenas personas."
Y decía Antonio Machado que los pueblos que alcanzaron un alto grado de prosperidad material y de cultura, tienen un momento de gran peligro en su historia. Llegan a padecer una grave amnesia, olvidan el dolor humano. No olvidemos el dolor humano. Ese es nuestro gran reto”
Consideramos que lo expresado por Roldán no ha de haber dejado lugar a dudas a los concurrentes a la charla-debate como tampoco a los actuales lectores. Una reforma de la actual reforma de la Ley es imprescindible para que los emigrantes tengan posibilidades de integrarse a la sociedad de trabajo española.
Almería (el sur del norte) 3 de febrero 2004.