Año II - Nº 79 - Uruguay, 21 de mayo del 2004
 
Sí, quiero
El hogar de una nueva familia
Educación Pública ¿Tolerancia y reflexión?
Nos contaron una historia de amor
Barbarie en la frontera
INFORME ESPECIAL: Buscando las causas en lugar de los efectos
ENTREVISTA: Gas Vehicular, tarifas, crisis social y financiera

Comenzó el invierno...

¿A dónde va tanta sangre derramada?
Sucedió en España
Y va otro... pero...
Rondan Martínez y "Artigas Compañero"
Un tiempo de hipócritas
Así somos
Hurgando en la web
La guerra del petróleo
Una introducción a la investigación de la Fé y la Religiosidad - Conclusiones
De Internet a Bruselas
Un policía rural del paraje Sarandí de los Amarales
Desde las cenizas...
Información Ciudadana
La Cocina Uruguaya
Rincón de Sentimientos
El Interior también existe
Olvidémonos de las Pálidas
Las Locuras de El Marinero
Correo de Lectores

 
 

UNA INTRODUCCIÓN A LA INVESTIGACIÓN DE LA FE Y LA RELIGIOSIDAD
Por Marcos Temesio
ULTIMA PARTE CONCLUSIONES

Hemos emprendido un camino verdaderamente difícil, al abordar un tema tan importante como la fe, pero luego de tener la oportunidad de examinar los puntos de vista de los representantes de dos religiones tan similares y dispares a la vez, como la católica y la judía, podemos aventurarnos a establecer algunas conclusiones.
La fe para los católicos es una adhesión a todos los principios emanados de Dios a través de Jesús y para los judíos, si bien es estar en contacto o en comunión con Dios, es también el futuro que está en nosotros mismos.
No es el cometido de este trabajo, establecer las diferencias entre ambas religiones, sino recoger de ellas las diferentes concepciones de la fe, para simplemente decirle al mundo, que más allá del credo está la humanidad que se está autodestruyendo por un simple afán de poder y dominio, sin darse cuenta del enorme daño irreversible que está sufriendo el planeta y sus habitantes.
Por eso me animo a decir que es casi una obligación tener fe, ya sea en una religión, ya sea en nosotros mismos, pero tener fe, para que juntos, compartiendo las alegrías y las tristezas podamos revertir o por lo menos frenar este proceso destructivo que nos está aniquilando.
Ese es el camino correcto, buscar dentro nuestro esa fuerza sobrenatural y hacerla aflorar con toda su intensidad, apoyándonos en principios básicos como la libertad y la igualdad, para que todos tengamos la oportunidad de contribuir en este proceso.
Seamos fraternos y tendamos una mano hermana a los necesitados, lo cual no implica dar limosna sino hacer un acto de caridad, que son dos cosas muy diferentes, porque la limosna, desde mi punto de vista es un insulto y la caridad un símbolo de amor.
Dicen que la fe mueve montañas, entonces creo que si todos empujamos juntos hacia el mismo lado, lograremos mover esa montaña de problemas que nos afectan y así modificar el curso de nuestras vidas para encaminarnos hacia un futuro mejor.