Descreimiento, conformismo
y otras corruptelas...
por Mario E. Peña
No es en una suerte de adivino, ni sagacidad de mi parte, descubrir que unos de los temas que va a hincar el diente a fondo el FA/EP/NM cuando acceda el gobierno, a partir del 1º de marzo del 2005, es la educación.
Durante estos últimos 30 años la educación tomo una bajada imparable, como partida tuvo 14 años de régimen totalitario, persecuciones políticas, asesinatos y desapariciones forzosas a estudiantes, docentes y maestros.
Con el advenimiento de la democracia, el poder político de la derecha empezó a "reformar" el sistema según propias conveniencias o "sugeridos" programas educativos enviados por el BID, FMI o el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América. Para colmo de males y por si todo lo que ocurrió hasta estos años en la educación pública nacional no fuera suficiente, en el último gobierno de Julio María Sanguinetti, aparece el benemérito Prof. Germán Rama, instrumentado una serie de reformas para darle el toque de gracia que necesitaba el sistema educativo para que colapsara totalmente. No vamos a entrar en detalle de lo que promovían estas reformas, sino que por el contrario vamos a analizar las consecuencias de las mismas.
Los maestros tienen cada vez más responsabilidades y mayor carga horaria por menos sueldo del que ganaban hace 10 años atrás, a su vez de que actúan como válvula de escape de los niños que tienen a su cargo, tratando de paliar la delicadísima situación social que esta franja de la población vive (recordemos que los datos del Instituto de Estadísticas indican que el 50% de los niños del Uruguay nacen bajo la línea de pobreza). En la educación secundaria la reforma es desastrosa. Al día de la fecha hay, por lo menos, seis sistemas diferentes aplicados en los liceos urbanos, seis reformas simultáneas, donde estudiantes del mismo nivel pero de distinto liceo no están dando los mismos temas. Alta superpoblación por aula y por consiguiente alta deserción del alumnado al no tener la atención necesaria, falta de insumos, falta de recursos humanos, falta de contralor, etc.
La consecuencia de estas barbaridades son las que tenemos a la vista, el descreimiento, el conformismo, la falta de motivación en los jóvenes (como dijera el folclórico Kesman: "es lo que hay , valor..") que son, fueron y serán el objetivo para que nadie proteste ante los manejos corruptos de los gobiernos blanquicolorados de turno. Porque todo este andamiaje "educativo" lo que más favorece es a la no educación de las personas, al desconocimiento de la real historia uruguaya y sus protagonistas. (¿Quiere hacer una prueba? Pregúntele a cualquier uruguayo que le de el nombre de 10 presidentes de la Republica sin contar los últimos tres.) Una educación profesional y responsable, en un marco social adecuado es lo que propone la izquierda uruguaya, donde las personas tengan el poder de discernir en beneficio de la sociedad toda y no de algunos intereses personales, y a su vez, que la educación y la cultura le permita desarrollar y manifestar su disconformidad cuando considere que no se adecua una medida a la situación real. Ser competente y estar preparado para enfrentar un mundo cada vez más tecnificado y que los que accedan a la educación pública, tengan las mismas posibilidades. El sistema educativo tiene que orientar a los estudiantes a generarse el camino para ejercer su profesión y que no este en su horizonte el emigrar, o el abandonar el barco cuando hace un poquito de agua. Veo uruguayos que escriben en el IU desde el exterior, brindando sus opiniones de lo que ocurre en el Uruguay, país que abandonaron hace mucho tiempo, tomando partido o posición sobre aconteceres nacionales. Mi pregunta es: ¿Por qué se fueron?. La respuesta de la mayoría ya la sabemos, por razones económicas, "exiliados económicos". Ahora mi otra pregunta es: ¿cómo es posible que gente que se tuvo que ir del país por su situación económica, critique a la única fuerza que no es responsable de las atrocidades sociales, políticas, económicas, educativas y de salud que vive nuestro paisito? A veces me resulta increíble, leer artículos de uruguayos opinando de política en Uruguay y hace 15 años que viven en Australia o en Argentina o en algún otro lugar del planeta.
La educación ha sido manejada durante todos estos años para lograr los objetivos del neoliberalismo, sumir a la población en la miseria, agrandar las brechas entre ricos y pobres, quitarle universalidad a la educación y la cultura y desarticular todo tipo de control, protesta o disconformidad ante cualquier actitud gubernamental que beneficie a unos pocos.
Las fuerzas sociales y los partidos de izquierda han servido a la sociedad, para que muchas cosas en Uruguay se detuvieran a tiempo, antes de que el conformismo nos ganara, ocurrió en el 92'con las empresas publicas, y lo tuvimos que ratificar con ANCAP y ANTEL.
La cultura y la educación son los pilares de la libertad y los anticuerpos que tiene la sociedad contra la corrupción y la corruptela.
Hasta la victoria.