ELECCIONES INTERNAS
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Escribe: Ernesto Martínez Battaglino
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Hemos entrado en la recta final de las próximas elecciones internas de los partidos políticos uruguayos, donde constitucionalmente deberán definir, cada uno, cual será el único candidato que cada partido podrá presentar como el que pujará por la Presidencia de la República.
Esta contienda, que no es obligatoria para el electorado, se realizará el día domingo 27 de junio próximo, con el cometido fundamental de elegir al único que podrá representar al partido que lo elija como su candidato a la más
alta magistratura. Los que así salgan electos, serán quienes podrán dirimir -luego- el cargo de Presidente de la República en el mes de octubre. El que obtenga en tal contienda el 50% más un voto válido, será el elegido. Si ninguno alcanzara tal guarismo, se deberán enfrentar al siguiente mes de noviembre, los dos candidatos que hubieran sido más votados en octubre, donde allí sí saldrá elegido con ese alto cargo, el que obtenga la mayoría de votos.
Conjuntamente se elegirán los distintos Convencionales Nacionales y Departamentales de cada partido político |
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habilitado por la Corte Electoral, quienes serán los que compondrán las Convenciones de los partidos, a bien de ser los representantes populares de cada uno, y los que deberán dar cumplimiento a los cometidos que les impone cada Carta Orgánica partidaria y la Constitución de la República. Entre sus cometidos más importantes e inmediatos, será el de elegir quien ocupará la Vice Presidencia de la República. Tal responsabilidad la ejercerá la Convención Nacional del Partido Político que haya obtenido el cargo de Presidente de la República, completando así la fórmula presidencial (Art. 77 de la Constitución de la República).
Estos importantes eventos han venido movilizando a los partidos y a los candidatos de cada uno, a bien de captar adeptos hacia sus personas y hacia sus proyectos de gobierno. Solamente en el Encuentro Progresista-Frente Amplio y en el Partido Independiente no habrá lucha electoral interna, por el hecho que sus autoridades ya han decidido proclamar al Dr. Vázquez (ex Intendente de Montevideo) y a Mieres (actual Diputado) respectivamente, como sus únicos candidatos. No obstante, igualmente deberán cumplir con el requisito constitucional. En cuanto al Partido Nacional y al Partido Colorado, son varios los que saldrán a la palestra pública para dirimir posiciones.
El Partido Nacional, que salió primeriando con una cantidad importante de candidatos, donde se destacaban Lacalle, Larrañaga, Abreu, Long, Mederos, Gallinal, Heber..., luego, corriendo el tiempo y verificando encuestas, el carro nacionalista fue acomodando sus candidatos y produciéndose varios "pases" de parte de los que veían decaer posibilidades. Estos se fueron alineando, entonces, con las más notorias figuras que iban cosechando las mayorías de la gente. Así, al día de hoy, van quedando Larrañaga, Lacalle y Mederos. Si bien los que tienen realmente chance de alcanzar la mayoría son los Dres. Lacalle (ex Presidente de la República) y Larrañaga (ex Intendente de Paysandú), la Dra. Mederos (ex integrante del Directorio del B.C.U.) igualmente ha dicho que seguirá firme para marcar sus votos, aunque sabiendo que es imposible que alcance la mayoría.
En el Partido Colorado también se encuentran enfrascados en la competencia varios candidatos. A pesar que las corrientes mayoritarias -el Foro Batllista y la Lista 15- han acordado llevar como candidato conjunto al ex Ministro del Interior Esc. Guillermo Stirling, igualmente otras corrientes del partido han decidido presentar candidatos. Así aparece Iglesias (ex Diputado y Presidente del B.S.E.), Lombardo (ex Diputado y Presidente de ANTEL), Flores Silva (ex Diputado) y a Ope Pasquet (ex Diputado y Ministro de RR.EE.). En esta última semana, Ope Pasquet renunció a su candidatura y se pronunció apoyando a Stirling, por lo que al momento, queda este último como el de mayores preferencias dentro del Partido Colorado, mientras lo seguirían Iglesias, Lombardo y Flores Silva, aparentemente sin posibilidades de alcanzar al que las encuestas dan como preferido por el electorado partidario.
Esto que describimos son los movimientos y posibilidades internas que se producen en cada partido con actual representación parlamentaria, ya que en esta primera instancia la competencia es exclusivamente dentro de las fuerzas que componen cada Partido, sin que ello influya en nada en lo que luego se dilucidará en octubre, o en noviembre, si es que ocurre la eventualidad de un balotaje.
Además de los nombrados, en esta oportunidad han reivindicado posibilidades para conseguir representación política y parlamentaria unos tres o cuatro pequeños partidos políticos, sin que, por el momento, se les pueda considerar con posibilidades quizás que de ni siquiera obtener un escaño en el Parlamento Nacional. En ese conjunto, el que podría llegar a aspirar a alguna representación, sería la vieja Unión Cívica, que en algún momento supo hasta tener una pequeña pero muy prestigiosa bancada, tanto en el Senado de la República como en la Cámara de Representantes.
En estos momentos estamos en |
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plena competencia política, pero también en plena competencia entre las encuestadoras, ya que son varias las que vienen, semana a semana, dando datos de preferencias, tanto de candidatos como de Partidos. Por tal razón se vive una efervescencia y una avidez de resultados, y más, cuando aparecen en iguales momentos discrepando en resultados en forma hasta notoria, entre una empresa encuestadora con lo que evalúa otra u otras.
Al momento aparece con una clara preferencia popular el EP.FA., al que le han llegado a reconocer estar en alrededor del 50%, y en oportunidades, por varios puntos por encima. En últimas encuestas, este aparece entre el 46% y 47% de las preferencias. Ante esta situación, se viene destacando una lenta pero continuada y llamativa baja en cuanto al pronunciamiento de la voluntad de apoyo a esta colectividad política, principal fuerza de oposición que bien ha aprovechado la crisis que ha pasado el país a partir de los años 2001/2002 y que a pesar de las buenas perspectivas que hoy estamos avizorando, aún perdura con una fuerte desocupación en lenta disminución y una notoria baja en las posibilidades económicas de la gente asalariada, dado que sus emolumentos han tenido que quedar retrasados ante tales nefastos acontecimientos que, en su mayoría, nos provocaran entre otras cosas, las devaluaciones inesperadas y abruptas de Brasil (1999) y de Argentina (2002), principales mercados de nuestros saldos exportables.
Dentro de ese vaivén de porcentajes donde permanentemente fluctúan y hasta se contradicen, los números van bailando una calesita difícil de retener y hasta de darles credibilidad total. Así es como en los que se le acreditan al Partido Nacional (segundo en la opinión pública), también varían profundamente así lo diga la encuestadora A o la encuestadora B, razón que sus números van desde un 23% a un 27%. Lo que si es notorio y así lo reciben todas las encuestadoras, el Partido Nacional viene manteniendo un continuado ascenso en la preferencia de la ciudadanía.
En cambio, el Partido Colorado, quien tuvo que soportar toda la carga de una crisis como nunca ha visto el país, también ha cosechado todos los sinsabores de la gente, que culpándolo de los desastres que tuvo que soportar, así se lo demuestra dejándolo en una incómoda tercera posición de alrededor de un 17%, cuando, habitualmente, el Partido Colorado era considerado como el "Partido de Gobierno", dado la notoria preferencia popular con que contaba, legitimando su continuidad en el poder durante tantos años. Los resultados que viene obteniendo últimamente, si bien ha conquistado algunos puntos, el aumento es sumamente lento y en momentos estático, lo que aparece como difícil que pueda revertir esta situación, a pesar que aún queda mucho tiempo para las elecciones nacionales, momento que realmente importará la cantidad de votantes que cada Partido obtenga.
Lo importante es que el país y la ciudadanía viene disfrutando de un período pre-electoral en paz, con total libertad e independencia para manifestar, y donde el poder político de todos los partidos, se viene comportando tan dignamente como nuestra costumbre cívica así lo ha enseñado.
Que este ambiente permanezca hasta el fin de la contienda -que será larga- es lo que todos ansiamos, ya que luego de noviembre, para mayo del próximo año, tendremos las elecciones Municipales, lo que reavivará nuevamente a los partidos y a los distintos caudillos y dirigentes partidarios, movilizando al electorado en busca de nuevas y mejores soluciones, forma que el país pueda seguir mejorando social y económicamente, en esta última instancia, en cuanto a lo referente al cambio de autoridades de los distintos departamentos en que está dividido políticamente el país.
Confiemos que las autoridades que el electorado elija para que nos gobierne durante los próximos 5 años, tenga la suerte que en el presente período no se tuvo, y el país y su gente pueda añorar revivir los gloriosos años que supimos gozar... o fantasear, cuando considerábamos que el Uruguay era la Suiza de América, Montevideo la Tacita de Plata, y proclamábamos henchidos de gloria -con razón o no tanta- ¡ COMO EL URUGUAY NO HAY !
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