Mil cosas han sucedido durante toda una vida de trabajo.
Sucesos jocosos, de irresponsabilidad, |
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tonterías, en fin, aconteceres que palpitan sentimientos y actitudes.
En una anécdota nos toca ser héroe, y en la historia siguiente somos infractores, representamos la inocencia y al instante conformamos el personaje que ha transgredido disposiciones superiores.
El anecdotario debe ser así, no con ánimo de sobresalir, sino con ánimo de ser sincero. Las cosas sucedieron y así las contamos. Aquí van mis historias, muy sencillamente narradas, en las que me tocó intervenir en todo el espectro de actitudes.
Los personajes que en ellas intervienen son reales, a veces son nombrados pero muchas veces he preferido dejarlas en el anonimato o con nombres supuestos, totalmente seguro de que al leerlas, cada uno de ellos verá y comprobará la sinceridad de mis narraciones.- |
EL PRESTAMO Era una tarde tranquila en mi caja. El Gerente de la Agencia, se acercó y me dijo:
- Cajero, prestame $ 20.000 que tengo que salir un momento a realizar una compra. Enseguida vuelvo, hago un retiro de Caja de Ahorros y te los devuelvo.
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Por supuesto, metí la mano al cajón del dinero y accedí sin titubear... él era el Gerente.
Al final de la jornada el balance me arrojó un falta de $20.000, que lógicamente ubiqué en forma casi inmediata.
Me dirigí a la Gerencia donde el Sr. Gerente mantenía una reunión de trabajo con varios compañeros del Banco, algunos de allí mismo y otros que habían venido de Casa Central.
- Sr. Gerente - dije acercándome - discúlpeme, debo informarle que tengo un faltante en Caja de |
$20.000... (lo miré en forma incisiva y le hablé sugestivamente, tratando que recordara su deuda)-¿Qué hago?, Lo mantenemos entre nosotros, Vd. y yo hasta mañana y lo arreglamos, o lo declaro como quebranto en el balance de caja?
Yo esperaba, sinceramente que se acordara...que con algún pretexto saliera de la reunión , echara mano al bolsillo y me devolviera el dinero de la caja...
-¡Ah, No, botija, me gritó con su voz de trueno, si tenés diferencia declaralo en el balance... yo no voy a aceptar que vengas a decirme de mantenerlo entre nosotros hasta mañana. Ajustate a los reglamentos y procedé como está dispuesto!
-¡¡Muy bien, Sr. Gerente, entonces devuélvame Vd. de inmediato los $20.000 que le presté esta tarde y no me los devolvió...
No sabía dónde meterse, cambió de color, casi murió de vergüenza, y sin duda, arrepentido por su falta de tacto se deshizo en disculpas. Por supuesto...me pagó.
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