Año II - Nº 78 - Uruguay, 14 de mayo del 2004
 
Intolerancia, fascismo y totalitarismo
Visiones y preguntas. Cavilaciones poco profundas
"Papagayo Azul" emprendió vuelo por los niños
¿Las libertades individuales, se respetan?
El Departamento está con miedo
Una historia increíble, ¿persecución o equivocación?
El cine uruguayo

¿Destino, búsqueda o construcción de la utopía?

Chairando Ideas
Sucedió en España
Preparándonos para las lluvias...
El circo "López Hermanos"
Cuando ser uruguayo da vergüenza
Así somos
Hurgando en la web
Anécdotas Bancarias: El derecho de piso
Nutrición, obesidad y sobrepeso
Irak, de la doctrina Rumsfeld a la derrota final
"El Cuba", el último matrero
Los acuerdos comerciales
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Rincón de Sentimientos
El Interior también existe
Olvidémonos de las Pálidas
Las Locuras de El Marinero
Correo de Lectores

 

Los acuerdos comerciales interregionales imprescindibles para la economía de América Latina

La capacidad de llegar a acuerdos comerciales interregionales aumentaría la credibilidad de América Latina. Así lo ha señalado hoy Javier Santiso, economista Jefe para América Latina del Servicio de Estudios del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), quien ha añadido que estos proceso son vitales porque contribuyen a aumentar la inversión extranjera en la zona y hacen la región más atractiva desde el punto de vista empresarial.

Santiso ha realizado estas declaraciones en un seminario celebrado hoy en "La Casa de América" de Madrid (España) sobre la III Cumbre entre la Unión Europea, América Latina y el Caribe. El economista ha dicho también que gracias al aumento de confianza las perspectivas para América Latina en 2004 son muy positivas. La región es más atractiva ahora desde un punto de vista empresarial porque hay una mayor credibilidad en sus instituciones y en su mercado.

Las inversiones de la Unión Europea (UE) en América Latina superan a las que hace EEUU en la región. En el mismo encuentro, Alfredo Arahuetes, profesor de Economía Internacional en la Universidad Pontificia de Comillas (Madrid) se refirió a ello y dijo que "España es el país europeo que más ha invertido en la región, diversificando sus inversiones por países". Los demás países de la UE, por su parte sólo invierten en la región en sectores y países muy concretos, principalmente manufacturas y petróleo, y sobre todo en Brasil y Argentina.

Sin embargo, algo que hay que tener muy presente cuando hablamos de las instituciones latinoamericanas es la "claúsula democrática", de la que habló el embajador de Chile en Naciones Unidas (ONU), Heraldo Muñoz. La democracia es lo primero que tiene que haber en un país si que quiere llegar a algún tipo de acuerdo comercial con otros naciones. Si no hay democracia, se cierran las fronteras y aumenta la protección sobre el comercio nacional.

Esto es algo que la UE tiene que considerar si quiere negociar con Latinoamérica, porque, si bien, el "Viejo Continente" tiene la democracia más que asumida, no ocurre lo mismo con la otra parte que negocia.

El objetivo político de los acuerdos comerciales es privilegiar las relaciones entre las regiones, mientras que económicamente se obtiene un beneficio. Javier Parra, Subdirector General de Coordinación y Evaluación Comercial de la Secretaría General de Comercio Exterior, habla de una fecha clave en la relación biregional: el ingreso de España y Portugal en la UE en 1986. Antes de esta fecha la relación era casi inexistente, mientras que a partir de este año hay un cambio de tendencia radical, con un aumento drástico de la cifra de inversión europea en América Latina.

Europa cede a la presión del Mercosur

Las negociaciones entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur continuan su curso y con avances importantes. Por primera vez Europa ha aceptado abrir gradualmente su mercado a los alimentos elaborados procedentes de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.

La UE presentó un listado de 295 productos agrícolas que gozarán de una reducción de aranceles en un plazo de 10 años. Esta oferta supone un paso contundente hacia el acuerdo ya que se trata de una demanda reiterada de Brasil y Argentina puesto que la importación de alimentos ya procesados como galletas o chocolate, además de generar valor añadido, también se traducirá en más puestos de trabajo en los países de origen.

El Mercosur, por su parte, ha reconocido el gesto pero ha advertido que el Viejo Continente no será respondido con el mismo trato ni con el mismo plazo de desgravación para los productos europeos debido a que los productores de la UE reciben subsidios.

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