Año II - Nº 92 - Uruguay, 20 de agosto del 2004
  1 Campaa Mundial Seguridad en la Red
 
- Aparicio Saravia
- El conservadurismo revolucionario
- La Disonancia Cognocitiva de Lula
- Cuando los niños se olvidan de festejar
- Para llegar a Europa
- Sin Regazo
- El Debate

- El Mejunje

- La Laguna de Apoyo
- Cacería de Brujas
- Nosotros, las computadoras y los virus
- Noticias de España
- Deportivísimo
- La justicia se reunió en San Miguel
- Ecos de la Semana
- La Intendencia de Montevideo
- Anécdotas Bancarias: ¡Detenido!
- Así Somos: Declaración de Santo Domingo 2004
- Alea jacta est
- SAMR-com: Infecciones de piel y partes blandas
- Bitácora Política
- Bitácora Uruguaya
- Información Ciudadana
- La Cocina Uruguaya
- Rincón de Sentimientos
- El Interior también existe
- Olvidémonos de las Pálidas
- Correo de Lectores
 
 

ACCIDENTE DE TRABAJO

Estimado Jefecito:

No podre asistir al trabajo hoy debido a un infortunado accidente que sufri cuando me cai sobre una caja de Coca-Cola.
El informe medico indica que no podre caminar bien por algunos dias y tomara un buen tiempo en sanar.
Para su informacion, adjunto a esta una copia de los rayos X que me tomaron anoche.

Gracias.

Atte. El empleado

PD. Todavia me duele un poquito...

 

 

Llega un paisano al bar del pueblo y deja atada su perra a un árbol.
Al instante, una jauría de perros se arremolina a su alrededor tratando de conquistarla. En medio de un concierto de ladridos, gruñidos, mordiscos
y aullidos, un policía entra al bar y pregunta por el dueño de la perra.
El paisano, que se estaba tomando un vaso grande de ginebra, levanta la mano y dice "yo".
-Su perra está alzada, le dice el policía.
-No puede ser: yo la dejé en el suelo, responde el paisano.
-Quiero decir que está en celo, insiste el cana.
-No puede ser. Yo jamás le di motivos. Ni miro a otras perra, contesta el gaucho sediento.
- Digo que está caliente, ¿me entiende?
-No, no lo entiendo: me cercioré de dejarla a la sombra.
Desesperado, el policía exclama:
-Óigame, su perra quiere tener relaciones sexuales.
El paisano le responde:
-Métale. Siempre quise tener un perro de policía

 

 

El Genio Sordo

Un hombre entra en un bar con una gran bobina de papel de lija sobre sus espaldas.
La deja a un costado de una mesa, se sienta y pide un café.
El mozo, con curiosidad, le pregunta:
Disculpe, senor, pero ¿para qué va a utilizar eso?
El hombre, con cara de cansado, le responde:
No sé. Me la dió un genio que encontré en una botella.
El mozo empieza a reírse.
¿Un genio en una botella? ¿Y usted piensa que yo le voy a creer eso?
El hombre extrae entonces una botella de un bolso y, entregándosela al mozo, le dice:
Haga la prueba usted mismo.
Incrédulo, el mozo frota la botella y aparece el genio.
¡Quiero un millón de pesos!, exclama asombrado el mozo.
El genio vuelve a esconderse en la botella, y de pronto el bar empieza a llenarse de quesos.
Cientos, miles de quesos van apareciendo. El mozo se desespera:
¿Pero qué me entendió este genio idiota?
¡ Pesos le dije, no quesos !
Entonces el hombre lo mira y le contesta:
¿ Vió ? El genio cumple, pero es medio sordo. ¿ O usted piensa que yo le pedí tener una enorme lija ?