Alea jacta est
Escribe: Dr. Enrique Rimbaud
La emoción de un estadio lleno, presa de dos fuegos, fuego del sol abrasador que pende inmóvil sobre Managua, y fuego del calor generado por un multicolor espectáculo… retienen a la gente ansiosa y deslumbrada tras cada anuncio, tras cada presentación…
Los bomberos atienden otros fuegos, el de los cuetes, que siempre mal instalados, caen algunos sobre los espectadores, provocándoles quemaduras de todo tipo, tras cada demostración pirotécnica, los soldados de fuego y los voluntarios de la cruz roja deben de saltar la barda para aliviar algún quemado…
Grupos de baile de la costa atlántica, de los pueblos blancos, de los barrios de Managua, danzan frenéticamente al compás de ‘La nueva compañía”, uno de los mas populares grupos de Nicaragua, y con una muy buena selección hecha de cantantes de todos los géneros del país…
El Cortijo de Piero Cohen, exhibe orgulloso caballos españoles y lusitanos danzando, y realizando ejercicios diversos…
El contraste, el choque de mundos políticos, económicos, de clases, se distorsiona en forma bizarra en el estadio “Dennis Martinez”, único estadio, creo yo, que lleva el nombre de un héroe deportivo vivo…
En el palco de honor, el Presidente de la Republica, Dr. Enrique Bolaños… desde el cielo, bajando en helicóptero, una burda imitación del hombre araña, en el campo, el regeton político, y el despliegue de colores de los bailarines, en el publico, la clase mas baja de Managua: los “carretoneros”, que vienen a ver a su pares competir en un espectáculo único en el mundo, el Ben Hur, una idea loca y original del Ministro de Transportes e Infraestructura, Don Pedro Solórzano, Pedro Carretón…
Los héroes de la noche desfilan, 130 carretoneros seleccionados quien sabe como, que durante toda su vida trabajan cargando escombros en sus carros tirados por caballos mal trasnochados, flacos y casi sin fuerzas, viviendo en asentamientos, en pobreza extrema, hoy compiten por camionetas cero kilómetro, electrodomésticos, servicios de comida, ordenes de compra, tierras…
Cantan su himno, gritan todos como en los circos romanos: alea jacta est, la suerte esta echada, y el Presidente de la Republica oficializa la primer largada…
De a diez, van largando desde las gateras, seleccionando a un ganador por carrera, que entre todos los ganadores en una carrera final dirimirán quien es el campeón de campeones…
Nosotros estamos oficiando de servicio veterinario cuidando que nada le pase a los caballos, entreverados con las ambulancias del MINSA y de la Cruz Roja que vigilan a los jinetes…
En la sexta carrera, un problema, dos, los carretones deben largar tres veces, problemas de la largada, pero un problema que significa triplicar el esfuerzo en un corto lapso de tiempo para estos equinos que no estan entrenados para esto… y carros que no son para carreras….
Nos ponemos alerta, algo puede suceder, largan por tercera vez, el publico los aplaude, gana el carro 97 y cuando da la curva para regresar, se da vuelta, el jinete salta por los aires y el caballo queda prensado por el carro… médicos, veterinarios, bomberos, paramédicos, policías y estudiantes corremos hacia el mismo, diviendonos en el camino según la especie…
El caballo esta atrapado, a primera vista, solo una fractura de cornetes nasales, sangra mucho, quitamos los arneses, logramos incorporarlo y procedemos a revisarlo… el jinete enseguida esta con nosotros, ansioso, ayuda, no le ha pasado nada….
Revisamos al caballo, y esta sufriendo un cólico, y un fluter asincrónico, le informamos al jinete que no podrá volver a correr esa noche y lo llevamos para tratarlo…
El jinete se echa a llorar en el piso, estaba tan cerca, había ganado su carrera, estaba entre los diez mejores, pero su sueño se había roto en esa curva fatal, su oportunidad se había diluido en ese accidente, y comprende que todo el esfuerzo fue en vano… pero la vida continua, y su vida depende del caballo, asi que al rato lo teníamos con nosotros, recibiendo las instrucciones para el cuidado del animal en los dias venideros y nuestro apoyo espiritual y medico…
Es triste ver a alguien que piensa que estaba tan cerca y se le quiebra un sueño…
Pero, como dicen ellos mismos: alea jacta est…
Desde el pais de los volcanes y los lagos…
Enrique