Año II - Nº 103 - Uruguay, 05 de noviembre del 2004
 
- A la luz del resultado electoral
- Puente del Arroyo Valizas
- Los nuevos espacios no son lineales políticamente
- Un pronunciamiento libre y soberano
- Finalmente ocurrió
- Ochocientos mil..... esperanzas.....
- "El avispero oriental"

- Otra vez el tratado

- Autocrítica
- Mi Partido Blanco
- Cuando las negras patean el tablero
- Chairando Ideas: La bandera de la esperanza
- Y abrió Cassis
- Anécdotas Bancarias: La duda
- Deportivísimo
- El pez por la boca muere
- Responsabilidad Ciudadana
- Mientras se escribe la historia
- U.S.A. 2004: Diez claves del triunfo de Bush y una conclusión
- Hurgando en la Web: Vinculación de los charrúas con el Gral. Artigas
- Bitácora Política
- Bitácora Uruguaya
- Información Ciudadana
- La Cocina Uruguaya
- Rincón de Sentimientos
- El Interior también existe
- Olvidémonos de las Pálidas
- Las Locuras de El Marinero
- Cartas de Lectores

1 Campaa Mundial Seguridad en la Red

 

 

La bandera de la esperanza

Con éstas palabras, el Dr. Larrañaga asumía su derrota, dejando por sentado el no Ballotage y el triunfo en primera vuelta del Dr. Tabaré Vázquez en las elecciones Nacionales del pasado domingo 31.

Una vez más los uruguayos dan una muestra de convivencia ejemplar en el respeto a las ideas y con más del 50 % de los votos emitidos, Uruguay recorrerá una nueva etapa en su política institucional. Faltando por éstos momentos las cifras oficiales donde deberán contemplar los votos observados, es irreversible la tendencia y sumarán o restarán puntos, pero en definitiva no variará sustancialmente el veredicto popular.

Hoy la coalición asume la responsabilidad de cambiarle la cara a Uruguay y de hecho, su movilización ya lo hizo antes, durante y en la noche posterior a la elección. Toda la carne estaba puesta en el asador y desde todos los rincones del País se festejaba. Festejaban ilusionados en los cambios necesarios que deberá imprimirse, intentando abolir las injusticias que se han sumado en los últimos 50 años.

Los Uruguayos depositaron las esperanzas en el Dr. Tabré Vázquez y
EP-FA/NM, para revertir ésta situación y deberán ahora sumarse al esfuerzo del nuevo gobierno que se instalará a partir del 1° de marzo del 2005 . El esfuerzo deberá ser en conjunto, exigiendo de cada uno de los orientales, dejar atrás el negativismo y la impotencia, para imprimir posibilidades de crecimiento individual y colectivo. Estas, deben crearse desde arriba hacia abajo y con una fuerte respuesta desde abajo hacia arriba. De nada valdría que el futuro Gobierno electo el 31 de octubre se sacrificara por un pueblo buscando vías de trabajo en las más diversas áreas o condiciones sociales, sí la mentalidad del uruguayo común no entiende que las espinas deben sortearse con callosas manos y frentes sudorosas. Los gobiernos cometen muchas veces el error de dar, pero el acertado y genuino deber de éstos, esta en el crear. Dar significaría para el nuevo gobierno ''tener'' o de lo contrario jugar con fantasmas que envilecen a los más pobres, que terminan machacando la cabeza de quienes menos tienen. Crear, por el contrario exigirá buscar horizontes de nuevas oportunidades, la responsabilidad y obligación no es solamente del Gobierno electo, es del conjunto de una sociedad que fundamentalmente perdió hace mucho tiempo la motivación, por culpa de políticas inadecuadas y por sueños ilógicos, de recibir sin el gran sacrificio de dar. Por ello la euforia de éstos días, mirada desde muy lejos, es un magnífico acto de felicidad democrática, con ella queremos seguir consustanciados, con ella queremos convivir en el exterior y en el interior, apostando fuerte por nuestro país, sea quien sea el Presidente electo, por que sé, que su gran esfuerzo será poner a Uruguay en los lógicos carriles de la globalización. Sin ser un títere de las políticas y de los intereses de otros que por grandes, son demasiado chicos para la mentalidad de una pequeña nación, sedienta de lo más elemental que exigen los seres humanos, '' TRABAJO''.

Trabajo en el respeto hacia todos. Modernizando la burocracia de la gestión, diversificando los mercados y apoyando la penetración de nuestros escasos bienes exportables. Puertas abiertas a la inversión, con muy claros marcos regulatorios. Fortalecimiento de las Relaciones Internacionales potenciando todas las alternativas de comercio. Un MERCOSUR que respete nuestra integridad y sin avasallamientos.

Con la humildad característica de los uruguayos, deseamos un Gobierno descentralizador y un Parlamento respetuoso del debate de ideas, para enriquecer los destinos democráticos de nuestra Nación Soberana.

'' Dignidad arriba y regocijo abajo '', es la bandera de la esperanza que flamea en los corazones orientales.