Año II - Nº 103 - Uruguay, 05 de noviembre del 2004
 
- A la luz del resultado electoral
- Puente del Arroyo Valizas
- Los nuevos espacios no son lineales políticamente
- Un pronunciamiento libre y soberano
- Finalmente ocurrió
- Ochocientos mil..... esperanzas.....
- "El avispero oriental"

- Otra vez el tratado

- Autocrítica
- Mi Partido Blanco
- Cuando las negras patean el tablero
- Chairando Ideas: La bandera de la esperanza
- Y abrió Cassis
- Anécdotas Bancarias: La duda
- Deportivísimo
- El pez por la boca muere
- Responsabilidad Ciudadana
- Mientras se escribe la historia
- U.S.A. 2004: Diez claves del triunfo de Bush y una conclusión
- Hurgando en la Web: Vinculación de los charrúas con el Gral. Artigas
- Bitácora Política
- Bitácora Uruguaya
- Información Ciudadana
- La Cocina Uruguaya
- Rincón de Sentimientos
- El Interior también existe
- Olvidémonos de las Pálidas
- Las Locuras de El Marinero
- Cartas de Lectores

1 Campaa Mundial Seguridad en la Red

 

 
Mil cosas han sucedido durante toda una vida de trabajo. Sucesos jocosos, de irresponsabilidadtonterías, en fin, aconteceres que palpitan sentimientos y actitudes.
En una anécdota nos toca ser héroe, y en la historia siguiente somos infractores, representamos la inocencia y al instante conformamos el personaje que ha transgredido disposiciones superiores.
El anecdotario debe ser así, no con ánimo de sobresalir, sino con ánimo de ser sincero. Las cosas sucedieron y así las contamos. Aquí van mis historias, muy sencillamente narradas, en las que me tocó intervenir en todo el espectro de actitudes.
Los personajes que en ellas intervienen son reales, a veces son nombrados pero muchas veces he preferido dejarlas en el anonimato o con nombres supuestos, totalmente seguro de que al leerlas, cada uno de ellos verá y comprobará la sinceridad de mis narraciones.

LA DUDA

Faltaban diez minutos para cerrar la Agencia del Aeropuerto y nos preparábamos para realizar los controles y el balance de caja.

El pasajero llegó corriendo, recién arribado, con su libreta de cheques de viajero en la mano.
! Please, can you change me one hundred dollars in travellers cheks?

Pedro, el canarito de Cardona me miró y como hablando consigo mismo musitó sin mirar al cliente: -

!! Pero, qué gringo podrido, a esta hora viene a romper los huevos... y canjear traveller cheque, ya tengo todo pronto... el balance y el recuento, todo& pero voy a tener que cambiarle porque te garantizo que este hijo de puta no tiene ni un peso uruguayo encima.

Era su lucha, entre la responsabilidad funcional y su resistencia a tener que hacer la documentación y modificar las cifras finales de los controles para el balance.

A regañadientes se dispuso a atenderlo, pero cuál no sería su asombro y estupor, el mio propio que hacía acto de presencia durante la conversación y el comentario de Pedro, al oír al americano que le habló en correcto español:

-Deme algo en billetes chicos, por favor, porque necesito cambio para los changadores y el taxi.-

Me pareció que había cierta ironía en su voz, dada la seriedad y firmeza con que se expresó, por lo que estoy convencido que debió escuchar los insultos de Pedro.

Fue una duda tremenda que siempre me quedó respecto a la situación vivida, que no tuvo ninguna trascendencia, porque el americano pareció no sentir los comentarios soeces de mi amigo Pedro.