Mil cosas han sucedido durante toda una vida de trabajo. Sucesos jocosos, de irresponsabilidadtonterías, en fin, aconteceres que palpitan sentimientos y actitudes.
En una anécdota nos toca ser héroe, y en la historia siguiente somos infractores, representamos la inocencia y al instante conformamos el personaje que ha transgredido disposiciones superiores.
El anecdotario debe ser así, no con ánimo de sobresalir, sino con ánimo de ser sincero. Las cosas sucedieron y así las contamos. Aquí van mis historias, muy sencillamente narradas, en las que me tocó intervenir en todo el espectro de actitudes.
Los personajes que en ellas intervienen son reales, a veces son nombrados pero muchas veces he preferido dejarlas en el anonimato o con nombres supuestos, totalmente seguro de que al leerlas, cada uno de ellos verá y comprobará la sinceridad de mis narraciones. |
CAPACITACION AUTOMATICA
Llevaba muy poco tiempo en Tesorería y hacía mis primeras armas en la Caja. Hacía poquitos días había sido transferido a esa Sección y me asignaron una Caja recibidora. Recibía depósitos de cuentas corrientes, y a fuerza de buena voluntad, con las dificultades del caso, iba superando el trance. Pocos días después, me llamó mi Jefe, Leonel Tellechea, excelente funcionario, superior y gran amigo, haciendo los descuentos correspondientes, que todos le conocíamos, por su condición de Vasco.
-Lopito- así me llamaba él- Mañana vas a trabajar en la Caja de moneda extranjera, el titular está enfermo y debes sustituirlo.
- Pero, Jefe, yo nunca trabajé allí, me está mandando a la guerra con un tenedor, disculpe Ud., pero nunca he visto un peso argentino ni un cruzeiro, y mucho menos un dólar, dije con no poca zozobra.
- Ah, no te preocupes, allí los vas a ver amontonados... replicó justificando su decisión.
- Sí, claro, pero... ¿y si me meten billetes falsos?
- Claro que los vas a recibir y van a intentar pasártelos pero a fuerza de reponerlos, cada vez que recibas uno falso, aprenderás muy pronto a detectarlos. Observa los billetes con cuidado, con mucho detenimiento, no los mires superficialmente y aprenderás a detectarlos...
- Pero... Jefe, eso no es justo,... intenté replicar.
- Si, ya lo sé, no preciso que me lo digas, pero no tengo otra alternativa, así es que a partir de mañana... a la Caja de Moneda Extranjera... y buena suerte.
Esas fueron las lecciones de capacitación que recibí para desempeñarme en la recepción de billetes de moneda extranjera. Esa era, por entonces, la forma en que se capacitaba a un funcionario para una tarea específica, o por lo menos así lo entendía nuestra superioridad en Tesorería.
Por supuesto, algún billete tuve que reponer de mi quebranto, pero aquello de que..."los conocimientos con sangre, entran," es muy verdad, porque aprendí mucho antes de lo que yo mismo esperaba.
|
|
|