"La Hanna",un bicho diferente…
por Juan Ramos
Porqué será que nos encariñamos tanto con los bichos, nosotros los humanos, seres superiores de la escala zoológica?...Convencionales que somos todo sentidos y materia gris…?;o es que somos tan soberbios que ocultamos nuestro dolor por la falta de alguien o algo, con una mera sonrisa?...
La dejó Harrinson en una de sus idas a Brasil, y se la había prometido a Diego, mucho antes de quedar ciego. Era chiquita, como todo cachorro de perro, desprotegida, buscando brazos cálidos que la apretaran para sentir el calor maternal, tan rápido perdido.
En el mismo momento de la adquisición de ese nuevo integrante familiar, el mismo Harry fue quien le dio el nombre:"Hanna Von…no se cuanto…";porque la bebé era nieta de campeones sudamericanos Doberman marrón…
Y ahí se quedó, llorisquiando y con el cuidado de tres niños que corrieron a conseguir frazada vieja para taparla,"pués podía sentir frío",caja de cartón fuerte "para arreglarle en dormitorio",mientras no se le comprar una cama de verdad y todas esas preguntas de niños con perro nuevo, que le llenan el alma a cualquier padre:"y que le damos de comer",… y donde la acostamos?... y "hoy duerme conmigo"…
Fue una gran compañera para todos, principalmente para Diego, que no encontraba su camino de ciego, pues Harry "le habló" a aquél bichito y parecería que le entendió…
Pudimos ver todos(hasta Diego lo sintió) un Harrison Cossio emocionado, diciéndole que tenía que cuidar a Diego, que lo tenía que ayudar, pues él la precisaba…
Nunca había sentido que era ser celoso con los hijos, hasta que llegó esta niña a mi casa, pués, como es de suponer, todas las atenciones eran para ella; se levantaban en la noche para ver si dormía, se peleaban por tener "la cucha" al lado de sus camas, fue todo un drama, que se convirtió en pesadilla cuando empezó a romper buzos ,pantalones, zapatos y todo lo que a su alcance estuviera. No me quedaba nada más que retarlos a ellos para que la repararan, pues si intentaba la represalia con ella, disparaba buscando a los mellizos o a Diego y ya era comprarme un lío con alguno de mis hijos; y ella bien que lo sabía, a pesar de su corta edad…
Cuando creció, con todas las atenciones y mañas que se le puede dar a "una hermana chica y malenseñada",más se complicó la cosa, pues ya no podía ni retarlos a ellos; se ponía entre ambos y no me dejaba acercarme, para luego del reto-perra defensora por medio-se echaba a los piés del reprendido, como solidarizándose con su causa…
No solo tenía esas actitudes de "abogada de causas perdidas",sino que demostró ser "casi humano";si alguno de la familia debía hacer cama por alguna dolencia, por mínimo que fuera, allí estaba "la secretaria" echada al lado de la cama del enfermo, día y noche, solo saliendo del dormitorio para hacer uso de su derecho de almuerzo y cena, y luego volvía a su puesto de "enfermera."
Llegado el verano, era la primera en ladrar para irse a la playa; no había para ella términos medios, terminaban las clases y quería salir siempre con los gurises; tenía miedo que se fueran del todo para la Barra y la dejaran.
Por supuesto que también su mudada había que hacerla¡¡¡,pues Daniel, cargaba en el auto desde sus frazadas, hasta sus platos y su correa de pasear. Tal vez Daniel, sea el que más sufrió con esta pérdida, pues era al único que le hacía caso. Los perros eligen ,generalmente, un dueño y es a ese a quien obedecen siempre, a los demás integrantes del núcleo familiar, "la bolilla que le dan es para dejarte contento",y la Hanna lo eligió a él…habrá sido por ser el más callado, el más serio, no sé…pero era un amor que se notaba, pues el baño era con Daniel, los mimos eran con Daniel, al que extrañaba más era a Daniel…
Su temporada de playa era dormir, visitar a todos los vecinos al mediodía y en ocasiones bajar a la playa con los gurises a "molestarlos cuando jugaban un picado en la arena",corriendo de un lado a otro, robándoles la pelota, o metiéndose al agua con ella en la boca. Grandes líos pues era difícil sacársela y eso que eran varios en busca del balón y su ladrona.
En la tardecita, si Diego salía a caminar por la costa, ella sabía y sin molestarlo, salía a su lado y recorría médanos y agua, cruzándose a su frente, como indicándole que todo estaba bien, que no había peligro, que podía continuar su camino sin luz…
Su vida no fue muy saludable que digamos, pues debió soportar mucho sufrimiento; estuvo al borde de la muerte y la salvó Adriana, con gran capacidad de Veterinaria y con mucho cariño. Si no hubiese sido por ella, no habría vivido todos estos años, pues fue casi un milagro que pudiera sobrevivir. Pero Dios ayudó y siguió su vida y volviendo a tener problemas con envenenamientos y otras situaciones extremas.
Hoy ya no está, pero todas las mañanas, inconscientemente, y mientras preparo mi mate, miro por la puerta y la veo,"rascándome la puerta" para salir a la calle, su primera salida de la mañana. Cuando salía a trabajar, me golpeaba en el frente pues siempre quedaba en el patio, hasta que sentía ruidos de gente levantada.
No se si la razón de mis dichos se deben a debilidades de padre, o a mis sentimientos de vacío que hoy sufro; era una perra genial, inteligente, bandida, que jugaba con los gurises de los vecinos, los cuidaba, olfateaba enseguida a los extraños que venían a la cooperativa,"un patio grande" que disfrutó como nadie, pues en varias oportunidades, tuvimos que ir a sacarla de algún apartamento, pues se instalaba y no quería salir bajo ningún concepto, entonces allá iba alguno de los gurises a buscarla.
Creo que le dimos una vida linda, pues vivió con comodidades, iba a la playa, jugaba con cualquier gurí y era muy buena vigilante; no parecía ser Doberman, esa raza tan condenada por violenta, y peligrosa, tenía en "la Hanna",un representante atípico, pues ataca si tocabas alguno de los gurises, los propios o los ajenos, compañeros de juegos en el patio grande, pero jamás mordiendo, sino simplemente con su presencia, que si no la conocía, verdaderamente inspiraba miedo.
La estoy extrañando y la voy a extrañar, pues no me puedo acostumbrar a que no esté, me falta algo; me he dado cuenta que no la valoré como era debido, pues era yo el malo, el ogro, pues los gurises la amenazaban conmigo:"mira lo que te mandaste, cuando venga papi, te curte a cintazos".Era llegar y ella era todo fiesta…alguna se había mandado, pero era un reto y pasaba…Me tomó los puntos como mis hijos, pero, que le vamos a hacer, eso es la vida y este convencional quedó huérfano de perra ,y que perra ¡¡¡…
