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Año II - Nº 62 - Uruguay, 23 de enero del 2004

El Primer Uruguayo en la Luna
Voracidad Fiscal
Salvajada Impositiva
Contrabando... ¿hormiga o tatú?
Sucedió en España
El hombre que superó su obra
Otra vez Paul Krugman
Ojos Uruguayos en Brasil
Chairando ideas...
Anécdotas Bancarias
Se olvidaron del Tratado de 1889
Uruguayos Enojados
Finalmente primó la cordura
Proyecto Uruguayo de Investigación
Simplemente una historia de emigrantes
Hurgando en la Web
Pensando desde adentro
Para salir de la crisis...
Ecos de la semana
País del tercer mundo, ciclista del primero
En el Río de la Plata se prendió un puntero
Rincón de Sentimientos
El Interior también existe
Olvidémonos de las Pálidas
El Marinero
Correo de Lectores
Humor Uruguayo
 
 
 
 
 

 

El primer uruguayo en la luna
por Alejo Rivas Devecchi
www.alejo.info

Hace unos días el presidente (ya no calienta decir de donde, si a todos da órdenes; y la mayoría, salvo honrosísimas excepciones,  acatan. Vamos Lula todavía.) Bush anunció su plan de lanzar a sus secuaces al espacio exterior. La primera etapa, a completarse en los próximos cinco años, incluye el establecimiento de colonias en la Luna.

Si hacemos un breve análisis de las intervenciones extraterritoriales de los yanquis en lo que va de su historia de invasiones, o sea de su historia, encontramos que nunca se quedan por mucho tiempo en esos lugares. Algún escéptico alegaría que sólo intervienen para lograr algún beneficio y, una vez agotado el recurso que otrora los beneficiara, se las toman. Pero nosotros jamás osaríamos decir tal cosa de una nación que hasta en los documentos que definen la base de su patriotismo (los billetes) declaran su confianza en dios.  Ahora que lo pienso, ¿será dios norteamericano?

Pero no nos alejemos del tema, siguiendo el hilo de razonamiento podemos llegar a la conclusión que sería posible maniobrar los acontecimientos para que, como solía decir el Tacho Somosa “algún beneficio derive de la invasión norteamericana”, aunque él no se refería a la Luna.

Observando mas detenidamente las áreas que se han visto agraciadas por el arribo de las tropas libertadoras de los Estados Unidos de Norteamérica, salta a la vista que en el momento de retirarse siempre dejan olvidado algún personaje, con características bastante específicas que se repiten en la mayoría de los casos.  Este personaje tiene, sin excepción, una serie de hilitos conectados en un extremo a los puntos neurálgicos de su cuerpo y en el otro a un mecanismo de control del cual sólo los del Departamento de Estado conocen la clave.

Otra característica fundamental de estos personajes es la debilidad de su articulación entre el fémur y la tibia, lo que los hace caer de rodillas fácilmente; sobretodo ante la presencia de cualquier empleaducho del gran gobierno del norte, por bajo que sea su rango.

El tercer elemento que define a estas personitas es su falta total de vergüenza, se los elige especialmente entre aquellos que otrora fueran altamente vergonzosos, de modo que al momento de asumir no les quede un gramo de la indeseable

condición y puedan torturar hasta su madre, si el gran señor del norte así lo requiere, sin una pizca de remordimiento.

Algunos ingenuos nos preguntamos porqué esta “gente” usa tanto maquillaje en sus apariciones públicas. Pero alcanza una muy superficial investigación para sacar a la luz la razón, que es casualmente la cuarta característica que conforma la personalidad de estos seres: su proverbial nariz marrón, huelga aclarar el motivo.

Con una descripción tan detallada ya salta a la vista que en el paisito contamos con varias personas adecuadas para cumplir esa función, pero pocos uruguayos discreparían conmigo en que hay un individuo que parece como creado a propósito para el cargo.

Por eso amigos, aprovechemos la inigualable oportunidad que el destino nos ofrece; con el permiso del Cuarteto de Nos, quitémosle el puesto a Morcillo López y postulemos a nuestro actual presidente, el Sr. Jorge Batlle, para gobernar la Luna. No olviden que, en la mayoría de los casos, los yanquis se han olvidado totalmente de sus antiguos aliados  dejándolos abandonados a su propia suerte. Y no creo que Jorgito cuente con un trasbordador espacial propio, y aunque lo tuviera, como buen uruguayo le adaptaría un motor diesel y se le quedaría por el camino en su retorno dejándolo perdido para siempre; lo cual sería maravilloso.

Estuve toda la noche pensando en razones para no deshacernos del gobernante que mas uruguayos echó del país, el que mas niños mató de hambre, el que hundió el prestigio del Uruguay a los niveles mas profundos de vergüenza que haya conocido (superando inclusive a su amo, Mr. Ceja, que ya es decir) y no encontré ninguno.

Entonces compatriota, no espere mas, conéctese a Internet utilizando la computadora de ese amigo ingeniero al que aún no echaron del laburo (aunque no le paguen hace tiempo) y tiene la llave para ir de noche a hacer la limpieza. Escriba en su navegador la dirección salvadora www.echemosalpayaso.comono y emita su voto, el futuro se lo agradecerá.