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Año II - Nº 61 - Uruguay, 16 de enero del 2004

El Primer Uruguayo en la Luna
Voracidad Fiscal
Salvajada Impositiva
Contrabando... ¿hormiga o tatú?
Sucedió en España
El hombre que superó su obra
Otra vez Paul Krugman
Ojos Uruguayos en Brasil
Chairando ideas...
Anécdotas Bancarias
Se olvidaron del Tratado de 1889
Uruguayos Enojados
Finalmente primó la cordura
Proyecto Uruguayo de Investigación
Simplemente una historia de emigrantes
Hurgando en la Web
Pensando desde adentro
Para salir de la crisis...
Ecos de la semana
País del tercer mundo, ciclista del primero
En el Río de la Plata se prendió un puntero
Rincón de Sentimientos
El Interior también existe
Olvidémonos de las Pálidas
El Marinero
Correo de Lectores
Humor Uruguayo
 
 
 
 
 

 

VORACIDAD FISCAL
por Elerresefe

Es más que sabido que los uruguayos residentes en Uruguay, viven una crisis cuyos índices han sido comparados por los expertos por los alcanzados en países que salen de una guerra. Más allá de imputar las culpas de las causas de esta crisis, importa señalar las consecuencias de las mismas. altos índices de desocupación, de morosidad, crecimiento alarmante de la marginalidad, casos de niños desnutridos, gente durmiendo y viviendo en la calle, emigración masiva, descreimiento, falta de esperanza, suicidios, etc..

Con placer hemos leído en los periódicos que esta temporada veraniega está resultando beneficiosa. Enorme satisfacción nos produce pensar que probablemente a partir del dinero que recauden los comerciantes, y los salarios que les paguen a sus empleados se comenzará a ver la famosa luz al fin del túnel y los uruguayos gracias a su esfuerzo personal comenzarán a salir a flote.

Sin embargo el gobierno uruguayo pone todas las trabas posibles para que este camino no sea viable.

1. Los uruguayos comenzaron el año con un aumento en los precios de las tarifas públicas.
2. El Ministerio de Transporte y Obras Públicas que inventó un puente se supone que para mejorar los accesos a Montevideo, tuvo tanto tiempo parada la obra, que hoy en día no solamente queda espantosa la entrada a la capital desde el este, con esa mole a medio hacer, sino que además los desvíos vuelven terriblemente peligroso ese trayecto en los momentos de aglomeración.
3. Cerró en la semana de las fiestas de fin de año una cadena de bares, que
es un icono de este país, y más allá de la infracción impositiva que haya hecho o no dicha cadena, lo cierto es que le privó de recaudar en fechas donde sin duda la afluencia de público aumenta en forma importante, los ingresos de dicho comercio. Esto volverá más difícil sin lugar a dudas que dicha empresa pueda hacer frente a la supuesta deuda impositiva, pero además privó a los empleados de la empresa de las “propinas” que sin duda son superiores en estas fechas. No conforme con ello pretende continuar haciéndole un juicio por defraudación, cobrando hasta 15 veces
la suma supuestamente evadida, lo que llevará sin duda al cierre de la firma, con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo, si bien no aprobamos la evasión, es evidente que parecería haber una saña represora. Y no deja de ser importante recordar que el monto de los impuestos a pagar que siempre han sido caros en este país, con este gobierno se han vuelto impagables porque permanentemente los ha aumentado no solo creando nuevos sino aumentando los porcentajes de los ya existentes..
4. Junto a los turistas en el este, se ven legiones de cuadrillas de inspectores, que recuerdan a cuando en la época feudal los señores mandaban a cobrar las dietas a los siervos trabajadores. Mientras los inspectores se instalan en un conocido hotel de la península esteña, y pueden disfrutar de todas las comodidades que este brinda, salen por las noches a recorrer los comercios. En el momento en que dueños y empleados de los comercios están desesperados trabajando a full. Luego los citan al hotel donde se les conmina a abonar cifras astronómicas, calculadas en base
a índices estimados desde atrás de un escritorio. Estas cifras deben ser abonadas por adelantado, o sea ahora aunque venzan dentro de 30 días o dentro de varios meses, o de lo contrario avalar su pago con garantías reales. Para calcular las cifras en base a los índices que los inspectores estiman que dejará a cada comercio de ganancia la temporada, toman en cuenta lo
que se recaudó los primeros días de enero, sin importar lo que sucederá más adelante. El día 5 de enero cuando por primera vez en varios años los comercios del Punta Shopping estaban vendiendo de verdad, invadieron los comercios las cuadrillas enloqueciendo a los empleados que estaban trabajando.
5. Para qué dejar pasar por alto el regalo de postre: el comienzo a mitad de enero del cobro del peaje en doble sentido en la ruta interbalnearia.

Queremos saber:

1. ¿Cuánto gasta el gobierno en ese hotel en el verano para que los inspectores vivan allí?
2. Cuánto se les abona extra sueldo a los citados inspectores y por qué conceptos?
3. Quien abona las consumiciones de los inspectores en el hotel?
4. Por qué le vale más al citado hotel tener a las cuadrillas instaladas allí, que el recibir turistas en una temporada donde se dice que la capacidad hotelera está colmada?
5. ¿De quién es el hotel donde se alojan los inspectores?
6. ¿A que partido político pertenecerá el dueño del hotel donde se alojan los inspectores?
7. ¿Se llamó a licitación para el alojamiento de los inspectores o simplemente se contrató el servicio?

Hay una cosa cierta, el dinero que los empresarios de los balnearios esteños, desde Canelones a Rocha recaudan por una buena temporada es dinero que
sabemos a donde va, será dinero que se pagará a sus empleados y que los empresarios gastarán en si mismos y en sus familias, o sea que irá derecho al bolsillo de los uruguayos. Los comerciantes deben pagar sus impuestos, en tiempo y forma, eso es cuando marquen las fechas previamente establecidas. Si en vez de estar dedicados a trabajar y a dar un buen servicio al turismo, los comerciantes deben estar tolerando las visitas de cuadrillas de gente que
que entorpecen su trabajo, y que todavía está solicitando por adelantado impuestos que no se sabe si se generarán, será imposible que obtengan ganancias que les permitan salir de la recesión en que han estado inmersos.

Pero además si para recaudar el gobierno sigue tirando los dineros públicos en dar vida de reyes a sus funcionarios, en vez de bajar el costo del Estado como pide a gritos la realidad, el país terminará de fundirse, si es que todavía puede hacerlo más.

Ya que el precio de la crisis lo han pagado los uruguayos como sociedad, sería bueno que el poder político, en especial los que gobiernan fueran menos malévolos con quienes realmente han soportado los costos de esta pésima administración.