CAMBIOS Y DECISION POPULAR, PRIMERA VISION DE LAS INTERNAS
|
|
Por Roberto Bogorja
|
Hace treinta y un años en un veintisiete de junio, el país entraba en uno de sus peores momentos políticos, el entonces presidente Juan María Bordaberry (padre del actual ministro) daba el golpe de estado junto a un grupo de militares. Desde ese entonces la fecha nos quedó grabada como negra.
Este año, dicha fecha se reivindicó un tanto, pues un pueblo pacíficamente (salvo una triste excepción) expreso su voluntad. Lo hizo a través de la elección de candidatos presidenciales, y convencionales nacionales y departamentales para cada uno de los partidos políticos.
Vean ustedes las distintas lecturas que nos dejó dicha elección.
En primer término me referiré a lo que significa como manifestación democrática dicho sufragio. Para muchos comentaristas, e incluso algún politólogo, no es explicable una elección interna a padrón abierto, sino que la misma se debería hacer con un padrón cerrado, de entre casa. Felizmente el
|
|
Diputado Gustavo Borsari
|
|
hecho de que sean a padrón abierto permite que todos los ciudadanos libremente, opten por manifestar su interés para que un determinado pre candidato los represente ante una elección nacional. En el caso de un padrón cerrado, los partidos terminan nominando a aquellas personalidades que dirigen una colectividad, pero que quizás no tengan el apoyo popular, como para poder llegar a realmente representar a un partido. Recordemos que un partido político, no son sólo una o unas personas, sino un conjunto de ideas, hechos y antecedentes que hacen que uno se sienta afín al mismo, pero no necesariamente deba militar, deba estar afiliado e identificado con ese partido.
En segundo término, se ha dicho que la gente no concurrió a votar. Que quienes no lo hicieron es porque no estaban de acuerdo con las propuestas, con el sistema político, o simplemente fueron cómodos. Si puede haber un determinado grupo, que no se sintió representado, pero creo que la mayoría de los no votantes han sido aquellos que no se consideran militantes y deseaban que quienes si lo eran eligieran a dichos candidatos. Por otra parte, la diferencia habida con respecto a las internas anteriores no ha sido superior a un siete por ciento, por tanto si tenemos que atribuir algún porcentaje a quienes no están de acuerdo con el sistema político, quizás pueda ser ese. Lo que si podemos asegurar es que en ninguna elección interna participa un cien por ciento, ni siquiera un ochenta o noventa como en las elecciones nacionales obligatorias.
Tengamos en cuenta otra cosa, cuantas personas no concurrieron, pues eso le implicaba un traslado de varios kilómetros, costoso, cuantos se encuentran en el exterior, etcétera.
|
|
En tercer término las mismas se realizaron en un marco general de respeto y tolerancia hacia la pluralidad de ideas tanto en lo interno de cada partido como entre los distintos partidos. Aunque lamentablemente se produjeron algunos hechos contrarios como lo ha sido la agresión al diputado Gustavo Borsari, por parte de militantes de un sector de la coalición de izquierda. También nos pareció de total intolerancia el abucheo que realizaron los partidarios del Encuentro Progresista – Frente Amplio, hacia los candidatos de otros partidos, cuando el Dr. Tabaré Vázquez los saludó en su alocución. Cuando se pretende ser pluralista, tolerante, democrático y a favor de la libertad, no puede destratar a sus eventuales contrincantes, y menos cuando una cantidad similar o mayor los respaldó con su voto soberano.
En cuarto término y no por ello menor, hemos visto una gran decisión hacia el recambio de políticos, y en particular de políticas, de intenciones de trabajar a favor de la gente.
Dentro del Partido Nacional, quien obtuvo más de un cuarenta y uno por ciento de los votos, la victoria de Jorge Larrañaga, un político joven, quien luego de las elecciones anteriores, actuó con independencia de criterio frente a lo que fue la mayoría de entonces, tanto como senador, como en su oposición permanente a brindarle apoyo al gobierno batllista, su renunciamiento a ocupar cualquier cargo ministerial o de gobierno, y su permanente solicitud de cambios políticos, siempre en paz y sin cometer locuras, le permitieron obtener ese alto porcentaje de aprobación.
|
|
Senador Reinaldo Gargano
|
|
En la coalición de izquierda, también se ha notado ese cambio renovador, pues el Partido Socialista (Espacio 90) liderados por el propio Vázquez y el senador Gargano, se vio relegado a un segundo puesto, a favor del Movimiento de Participación Popular, liderado por el senador Mujica. Si bien en este caso no estamos hablando de nuevos políticos, recordemos que el mismo proviene de filas del Movimiento de Liberación Tupamaro, y es un hombre con sus sesenta y tantos años, su poder de convocatoria, su presencia informal y sus dichos, le han valido esa posición. Podemos pensar que también el Frente Amplio, comienza a sufrir el desgaste del poder y de sus últimos errores y contra dichos de la administración municipal. Por su parte, y tal como el propio Mujica reconoce, tampoco dio oportunidad a la elección, sólo presentó una fórmula pre acordada, por una cúpula y lejos de las bases.
Por su puesto el gran castigado fue el Partido Colorado, quien si bien presentó una figura exitosa y nueva como la del escribano Stirling, el agotamiento de un esquema político por parte de un gobierno errático y sin una visión hacia la gente, lo arrastró a ese escaso apoyo.