EL CORRAL DE PIEDRA
En las primeras décadas del 1900 en la zona rural de Castillos se desarrollaron numerosas actividades religiosas en distintos ámbitos y del trabajo de investigación se comprobó que existía una numerosa feligresía en el medio rural y enumeraremos algunos de ellos. En el campo de Alciria o Elciria Rocha de Rocha existió un corral o manguera de piedra y una de sus nietas, Ariosta Rocha, expresó: “era un corral grande, con piedras altas y redondas, en los días fríos los animales se guarecían echándose al lado de las piedras y al sol”, era el más próximo aparentemente a la ciudad de Castillos y no se tienen referencias precisas de su construcción.
Ariosta con ochenta y pico de años en el momento de la entrevista realizada en el año 1998 recordó que siendo niña jugaba en el corral y con firme convicción de quienes la construyeron fueron manos indígenas y esclava. Hasta principios de la década del 1940 se desarrollaron en esta manguera de piedra distintos eventos religiosos: misas, casamientos, bautismos, comuniones. No existe una fecha precisa de cuando se comenzó con estos rituales pero todo indica que fue por iniciativa de Elciria Rocha ó Da Rocha, brasileña, viuda de Joaquim Sipriano Da Rocha también brasileño que según el “Vicecónsul do Imperio do Brasil Silverio Da Costa Pereira en el Departamento de Maldonado” expedido el 1º de abril de 1861 en la villa de Rocha certificó que este vecino era súbdito brasileño natural de Río Grande de18 años de edad, ocupación estanciero y con residencia en Castillos.
Este lugar de las ceremonias religiosas está ubicado sobre el Camino del Indio en la cima del primer repecho saliendo de la ciudad, fue conocido como el Corral de Piedra del Cerro de los Rocha. La vivienda de la familia Rocha Rocha estaba entre el corral de piedras y otra de tunas de gran porte, se trataba de una construcción de ladrillos de adobe con techo de paja. Otra nieta, Tilde Rocha, comentó que por el 1937 esta casa “era grande” y mostraba señales de ser muy vieja: sus paredes estaban “carcomidas” por el transcurso del tiempo.
CELEBRACIONES RELIGIOSAS EN OTRAS ZONAS RURALES
A finales de la década del 1930 se desarrollaron numerosas celebraciones religiosas en esta zona rural y citaremos algunos ejemplos según el álbum de fotos y textos “Mis Andanzas” de Celeste Navarro, el 29 de abril de 1938 comienzan las clases de catecismo dictadas por las maestras Honorita Rocha, Amanda Martínez y Juanita Navarro de Cardozo. A estas aulas concurrió un número importante de niños, alumnos de la ex Escuela Ferrer con una población escolar de 80 alumnos aproximadamente y en esta ocasión estuvo presente el Cura Párroco Joaquín Freire. Se realiza en el hogar del matrimonio Molina Rocha la primera entronización del Sagrado Corazón de Jesús y conjuntamente el bautismo, primera comunión y casamiento religioso del matrimonio mencionado.
El 14 de mayo de 1938 en horas de la mañana se ofició una misa campal en el Cerro de los Rocha oficiada por el Cura Párroco Joaquín Freire y al final se rezó por el éxito del III Congreso Eucarístico Nacional. En esta oportunidad se renovó el juramento de las promesas hechas en el bautismo y se impartió la primera comunión. En el hogar de Miguelito Sena se entronizó por segunda vez en el correr de este año el Sagrado Corazón de Jesús, y se dio comienzo a nuevas clases de catecismo en la casa del matrimonio de Quintín Catalino Rocha (conocido por el apodo de Cacique) y Bernardina Rocha Sena, hijo y nuera respectivamente de Elciria Rocha y aledaño al campo de ésta.
En 1939 existieron dos grupos de Catecismo: “Sagrado Corazón de Jesús” e “Inmaculado Corazón de María” y el 3 de junio de este año se realizó una misa campal, se bautizó a niños y primera comunión a los alumnos de los referidos grupos en el hogar de Elciria o Alciria Rocha. Esta ceremonia religiosa estuvo a cargo del Cura Párroco Joaquín Freire, además se celebró dos bodas, en este evento los cánticos estuvieron acompañado por el Órgano del Reverendo Antonio Wirhs – misionero redentorista-.
El 9 de mayo de 1940 se efectuó una misa de campaña en el domicilio de Manuel Navarro ubicado en el paraje Vuelta del Palmar sobre el camino de la Fortaleza –hoy ruta 9- oportunidad que contrajo boda cristiana el mencionado vecino con Leonidas Molina y se bautizó a numerosas personas.
El 11 de este mismo mes y año en los campos de Pedro Rivero –detrás del Cerro de los Rocha- se impartió catecismo el grupo “Medalla Milagrosa” antes de la liturgia cristiana, además recibieron el sacramento del matrimonio los esposos Pedro Rivero y Gumersinda Rocha, y Francisco Homero Martínez con Elena Rocha.
En el año 1941, los días sábados en la quinta de Lujambio se impartió catequesis a cargo de “Quitita” Acuña de Olid y “Lola” Zárate. El 31 de mayo de 1941 el Cura Párroco de Castillos Reverendo Hermenegildo Carbini dirigió la misa en los campos de Alciria Rocha y otra el 17 de junio del mismo año en la casa de Manuel Navarro bajo una espesa niebla. Mientras que el 27 de este mes en el hogar de Pedro Rivero –en el Cerro de los Rocha- nuevamente se celebra el rito al aire libre dirigido por el Cura Hermenegildo Carbini y se bautizó a más de veinte personas entre niños y adultos.
LAS NOCHES DE SAN ANTONIO, SAN JUAN Y SAN PEDRO
La tarea religiosa estaba comprendida por bodas, bautismos, comuniones, confirmaciones, y hubo otras vinculadas a la fe cristiana como el encendido de hogueras por ejemplo en el paraje de la Cueva del Tigre –Cerro de los Rocha- en la parte más alta del referido lugar se prendían fogatas en las noches de San Antonio, San Juan, y San Pedro y Pablo: los días 13, 24 y 29 de junio respectivamente.
A estos movimientos religiosos concurrían numerosos feligreses de la ciudad y de la zona rural, además de las autoridades de la iglesia. El Camino del Indio cortó prácticamente al corral de piedra de doña Elciria pero esto no fue impedimento para que se continuara con las celebraciones, más bien facilitó la concurrencia que se trasladaba en carruajes, autos y a pie. En éstas épocas se acostumbraba pedir el “Santito” –una forma de saludo- y que significaba recibir la bendición de la persona mayor del hogar que se iba de visita o de los abuelos, padrinos y tíos, particularmente los niños y adolescentes que muchos de ellos lo solicitaban a regañadientes.
PROBABLE ORIGEN COLONIAL MISIONERO
“Las misas campales es una necesidad del pueblo fiel de expresar su fe y también de celebrar sus raíces culturales, humanas y lo hace en sintonía con el medio donde está radicado” – afirmó el Cura Párroco de la Iglesia María Auxiliadora y San Vicente Mártir de Castillos Padre Sebastián Pijuán – y agregó “porque muchas veces no tienen oportunidad de poder concurrir a la Iglesia por las distancias y otros motivos, es una expresión popular de la fe religiosa...”.
Interrogado si en Europa –por su condición de ciudadano Español- se estila estos rituales y respondió que: “en Europa lo vi muy esporádicamente, pero sí lo he presenciado con mucha frecuencia acá en Latinoamérica donde yo lo he vivido fuertemente”.
En el terreno de las especulaciones se le preguntó si los Jesuitas y Franciscanos de la época colonial incidieron preponderantemente en esta costumbre, respondió enfáticamente: “yo creo que la raíz nace de ahí!!!, Ellos como misioneros primitivos de nuestra América latina se las ingeniaban, se adaptaban mucho a las culturas y valores del lugar transformándose luego en una expresión popular, los ejemplos están dados en la película La Misión donde manifiesta bien el concepto clarísimo de un sacerdote o dos. A veces la Institución y la sociedad no terminan de comprender, entender el porqué de esta celebración popular...”
Néstor Rocha - Casa Ambiental