Mil cosas han sucedido durante toda una vida de trabajo.
Sucesos jocosos, de irresponsabilidad, |
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tonterías, en fin, aconteceres que palpitan sentimientos y actitudes.
En una anécdota nos toca ser héroe, y en la historia siguiente somos infractores, representamos la inocencia y al instante conformamos el personaje que ha transgredido disposiciones superiores.
El anecdotario debe ser así, no con ánimo de sobresalir, sino con ánimo de ser sincero. Las cosas sucedieron y así las contamos. Aquí van mis historias, muy sencillamente narradas, en las que me tocó intervenir en todo el espectro de actitudes.
Los personajes que en ellas intervienen son reales, a veces son nombrados pero muchas veces he preferido dejarlas en el anonimato o con nombres supuestos, totalmente seguro de que al leerlas, cada uno de ellos verá y comprobará la sinceridad de mis narraciones.- |
COINCIDENCIA
Huguito Casaglia era compañero de la Sección Informaciones, excelente funcionario, mejor amigo y para completar sus atributos, un insuperable dibujante. La última vez que supe de él hace ya muchos años, estaba en Buenos Aires al frente de su propia Empresa Publicitaria.
En aquella oportunidad, la Cooperativa Bancaria había llamado a concurso para la confección de un banderín alusivo a la empresa en su carácter cooperativo.
Echando mano a mis muy humildes conocimientos de dibujo, porque siempre me gustó muchísimo pero nunca dejé de ser un mediocre, me propuse intervenir en el concurso. Y se me ocurrió una, en mi opinión, idea brillante: - Tomar el diseño que en baldositas de colores lucía el enorme frente de la Cooperativa. Me senté en el bar de Sarandí y Zabala y mientras sorbía un café, tomé formas y proporciones del abstracto de referencia. Luego en mi casa, con el bosquejo en mano, me aboqué a realizar el trabajo... me dio un laburo chino, pero finalmente logré concretarlo de acuerdo a mis posibilidades.
Aquí ,en este punto, recurro a las fibras más íntimas de mi corazón al asegurar que soy sincero...Jamás podría haberme imaginado que Huguito Casaglia tendría la misma idea brillante y con la misma concepción estructural presentó al concurso un hermoso trabajo en colage, con brillantes colores y excelente presentación que le valió el primer premio, que si no recuerdo mal eran $200 en mercadería en la Cooperativa. No obstante ser dos trabajos prácticamente idénticos, en cuanto a la temática escogida, eran totalmente diferentes porque mi banderín era un desastre junto al de Hugo... Fue una razón más para que yo lo admirara... pienso que a esta altura, habiendo pasado tantos años, debe seguir siendo un crack...
Y salvando las distancias, confieso que también me sentí un crack yo, cuando se me ocurrió la misma idea, aún cuando las posibilidades para mí eran nulas.
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