Largaron!!!!!!!! Sujétense!!!!!!!!
Por Lic. Anna Pignataro Otman
Aunque par las personas que viven en aquellas partes del mundo conocidas como desarrolladas sea difícil de comprender, el Uruguay no comienza a funcionar a full hasta después de finalizada la Semana de Turismo o Santa, o Ciclista, o Criolla, según los intereses o la sensibilidad del interesado.
Medio en broma o medio en serio, ya es vox pópuli en nuestro país, que al
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ingresar el último ciclista al Velódromo Municipal se acaba un extenso asueto nacional que comienza en diciembre con las despedidas de fin de año y finaliza en marzo o abril, según la luna decida fijar en el calendario, la fecha en que los cristianos celebran la pasión y muerte de Cristo.
Muchos han sido los intentos para modificar esta sensación de largo descanso pago (para aquellos que aún |
tienen la suerte de cobrar salario, obviamente); ejemplo claro fue lograr acortar a tan sólo dos días, el absurdo feriado bancario que supo durar la semana entera.
¿Cómo es posible que la masa o plebe cumpla con ese sermón que realiza con frecuencia la clase política, si ni siquiera los representantes del pueblo predican con el ejemplo desde el Parlamento? Para muestra diremos simplemente que la actividad parlamentaria ordinaria comienza recién el 5 de mayo, ya que hasta el momento sólo sesionaron las comisiones.
Repentinamente, al tomar conciencia que éste es año electoral, viene a mi mente una vapuleada frase de Artigas: "Nada podemos esperar sino de nosotros mismos".
| Justo cuando el último gaucho desensilló su caballo y los niños y jóvenes retomaron sus clases, recordé que es hora de que el circo electoral comience la función. Porque ahora sí, con el eterno verso de que harán cosas por nosotros, desde abril del 2004 hasta mayo del 2005, tendremos, elecciones internas, elecciones nacionales con eventual balotaje y finalmente elecciones municipales. Y para ejercer nuestro derecho cívico |
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deberemos tolerar a toda hora discursos, slogan y jingles que nos dicen que nos quieren mucho y qué es lo mejor para nosotros.
Ni siquiera zafaremos cuando, con intensión de desenchufar un rato de los problemas cotidianos, salgamos a caminar por la rambla y percibamos que la tan ansiada paz fue invadida por camionetas con parlantes y militantes con banderas de todos los colores que se pelean por el dominio de ese espacio geográfico considerado estratégico por el volumen de potenciales votos que por allí circula. En medio de tanta música y colorido, alguna palabra tratará de convencernos con verdades que intentarán abrir nuestros ojos en contra de fulano y a favor de mengano, porque ellos, los políticos, son los salvadores del país y saben qué es lo más conveniente para nuestro bienestar.
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Trabajarán por conquistar una mejor calidad de vida para nosotros y para ello tergiversarán la realidad a "piacere" para facilitar la mejor comprensión del futuro votante, ignorando que ese individuo ha crecido y ha desarrollado su propio juicio crítico que le permitirá valorar hechos y dichos, sin necesidad de traductores.
A esta altura de las circunstancias del país, ese ciudadano que ahora |
Trabajarán por conquistar una mejor calidad de vida para nosotros y para ello tergiversarán la realidad a "piacere" para facilitar la mejor comprensión del futuro votante, ignorando que ese individuo ha crecido y ha desarrollado su propio juicio crítico que le permitirá valorar hechos y dichos, sin necesidad de traductores.
A esta altura de las circunstancias del país, ese ciudadano que ahora es foco de atención de la clase política, sabe mejor que nadie cuáles son sus necesidades para sobrevivir; sabe que si no tiene trabajo no come o duerme en la calle y ya ni hablemos de la salud, por la cual apela a la bendición divina de no ser un hipocondríaco adicto a visitar médicos o comprar remedios. Sabe muy bien que todo lo que conquiste en esta vida dependerá más de él que de las promesas electorales. Coincide plenamente con nuestro prócer, por eso, con la frente en alto, cumplirá durante un año con su derecho constitucional de ejercer el voto, pero con la convicción de que no debe esperar nada de aquellos coloridos payasos que acaban de armar la carpa y a la voz de " pasen, señores pasen!!!!!" invitan a una nueva función.
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