LA REALIDAD SUPERA
A LA FICCIÓN
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Por Roberto Bogorja
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Parece que el Vicepresidente Luis Hierro, hace tiempo que no sale por las calles a ver lo que sucede, en especial en las noches.
Es que el mismo se sintió molesto con el aviso televisivo de la campaña de UNICEF, "esto es insultante para el país, que UNICEF muestre esto es insultante, porque no muestra a los 200 mil niños que damos de comer todos los días, claro, eso no es noticia, parece que UNICEF hiciera campaña con el Frente", manifestó Hierro.
Por otra parte indicó que "en el medio de la crisis, y no es una referencia a la gestión del gobierno actual, sino a la gestión del país", mantuvo las partidas de alimentación para dar alimento a 250 mil niños en etapa escolar", agregó "se resolvió que las partidas de alimentación para los niños no se recortaran y se mantuvieran actualizadas; eso habla de un Estado de sensibilidad colectividad que el Uruguay tiene con estos problemas".
El problema es que Hierro no entiende de que hoy en día hay una enorme deserción escolar, niños que jamás han pisado una ya sea por ser más chicos o estar al margen del sistema. Por otra parte es bueno acotar que alimentación apenas alcanza para cubrir en el mejor de los casos un solo plato de comida, y que los hijos de desocupados y de sectores altamente carenciados, que viven de lo que pueden recolectar en la basura, es decir del desperdicio de los demás, no pueden tener otro plato de comida. Y ni que hablar de la vivienda. Por ello señor
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Vicepresidente, no se sienta molesto con UNICEF, sino con el resultado de su gestión en la que se apoyó a banqueros corruptos que se llevaron más de 800 millones de dólares para sus arcas, y en esto no cuento todo lo que el Estado tuvo que invertir para poder sacar adelante el sistema financiero, ni las asistencias que se le dieron anteriormente en la compra de bancos fundidos, ni en lo despilfarrado por la mala gestión en los mismos, ni lo que se pierde en los sueldos de privilegio que se pagan en bancos rescatados por el Estado. Tampoco cuento lo que nos ha costado a todos, por la triplicación de nuestras deudas, ni de la imposibilidad de pagarlas por falta de ingresos.
Y no deseo extenderme en los numerosos errores, pues prefiero mencionarlo así, y privilegios que se han cometido en la actual administración y que como siempre terminan siendo pagos por el pueblo en general.