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Pepe, la soberbia te mata |
| por Beto Pignataro |
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Al candidato frenteamplista se le nubló la frente. Se le subió a la cabeza el ganador y demostró su clásico perfil (Pepe tal cual es) soberbio, despreciativo, chabacano, burlón, intolerante, y mentiroso (porque no se le puede decir falto de memoria, es mentiroso). Ojo Pepe, que tu coalición de partidos, gano la primera vuelta, pero aún no eres ni presidente, ni dictador. Y como te gusta, porque ya lo hiciste antes en tu época de tupamaro, el país lo dividiste en dos. Entre unos y otros.
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Renuncio Mi General |
| por Pedro A. Lemos |
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- Renuncio General. -¿Porqué renuncia ciudadano? - Porque los ciudadanos que el soberano ha elegido para que me represente, no tienen, para mí, la autoridad democrática de hacerlo. - Como usted, vencido por intereses populista, hegemonistas, anarquistas y desintegradores de nuestra identidad Republicana, me amparo en el derecho de los seres libres y renuncio hoy, porque mañana será tarde. - América Latina está infectada de populismo, con honrosas excepciones, que está demás mencionarlas.
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Mujica o la contradicción al poder |
| por Carlos Alberto Montaner |
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En pocas semanas los uruguayos elegirán un nuevo presidente. A la cabeza de los sondeos está José Pepe Mujica, un político radical procedente de la izquierda violenta, ex ministro de Ganadería, de quien Ernesto Agazzi, su sustituto en el cargo y correligionario, ha dicho lo siguiente: "Creo que sería un mal presidente [...] Mujica es un compañero irredento, está contra la formalidad permanentemente [...] Yo creo que Mujica puede ayudar a ganar las elecciones, pero no creo que sea su especialidad, ni su formación, la de dirigir la gestión del Estado [...] Así como es absolutamente anarquista, contrario a las fórmulas preconcebidas, también construye alternativas que nadie vio''.
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Liberalismo versus socialismo: Las ideas del granjero |
| por Tirso de Andrés Argente |
| El gran tema, la gran disputa de la civilización occidental en estos momentos -y viene de lejos- se refiere a la oposición liberalismo-socialismo, o capitalismo-comunismo, o libertad-igualdad, o Estado pequeño-Estado grande, etc. La cuestión se presenta de diversas formas en ámbitos diferentes, pero es claro que se trata del mismo problema visto desde distintos ángulos, con perspectivas varias. Aparece como un gran dilema: los opuestos son tan irreconciliables, que casi no admiten solución que los armonice. Asistimos así a apasionadas discusiones de sordos, cada uno montado en el burro de su opinión, sin posible acuerdo con el contrario. Ofrecen al mundo, como única salida, optar entre una y otra, sin más alternativas. |
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