DESDE URUGUAY SIN PEDALEAR
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por Graciela Vera
Periodista independiente
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El Bicipatinete Autopropulsado cumple varias funciones que lo hacen atractivo y divertido dado su funcionamiento y que lo pueden usar indistintamente una o dos personas a la vez, pudiéndose utilizar como medio lúdico de transporte, o si lo comparamos con una Bicicleta Estática de Aeróbic, el Bicipatinete te brinda la posibilidad de usarse en el exterior con las ventajas adicionales de quemar mas Calorías, mejor Oxigenación y recreación con el Paisaje y por ultimo como requiere una destreza en la combinación de movimientos, mas una pieza variable en función del peso físico esto nos permite realizar Competencias Deportivas, de un competidor y dos competidores por Bicipatinete entre los mismos modelos y rodados, para medir el estado físico, habilidades de uso y mecánicas, siendo muy divertido para los competidores y quienes miran las competencias.
No dudamos que esta elucidación del inventor sobre las bondades del bicipatinete ha despertado la curiosidad de muchos lectores.
Fue la mía cuando José Bonizzi Fernández me escribió para contarme que había inventado una bicicleta sin pedales.
¿Para qué sirve una bicicleta sin pedales?
Yo conocía las bicicletas sin ruedas, incluso en algún circo vi alguna sin manubrio, pero sin pedales ¡vamos! ¿se trataría de una broma?
¿Qué podemos hacer con una bicicleta sin pedales?
El interrogante se diluye leyendo la explicación anterior y la curiosidad se acrecienta.
José Bonizzi es uruguayo, llegó a España con sueños e ilusiones como todos los inmigrantes; pero el traía otro sueño más. Uno que se había frustrado porque no había logrado patentar su invento en Uruguay.
Nació, creció, estudió en Canelones donde se recibió como electricista en UTU (Universidad del Trabajo de Uruguay). Un día este canario formó su familia y se lanzó al mundo con ella a cuestas.
- Después de trajinar por algunos países y de regreso en Uruguay, nos radicamos en Montevideo, en el Centro, calle Curiales, que es una calle de solo una cuadra ubicada entre Ejido y Yaguarón a la altura de Av. Uruguay y Paysandú.
Nos asegura que, no obstante sus inquietudes por simplificar, aumentar rendimientos y mejorar calidad en todas las actividades, nunca había desarrollado una idea de principio a fin aplicando el criterio de la invención.
- Un día, viendo un documental sobre deportes y esfuerzos se me ocurrió la idea. Yo podía construir una bicicleta sin pedales…
Aún debemos tener cara de “no entenderlo”, pero la explicación siguiente comienza a dejar en claro cuál era la idea.
- … al desarrollar un sistema impulsor de funcionamiento diferente del de la bicicleta y monopatín/patinete, lo que dio como resultado final el Bicipatinete.
- ¿Cómo funciona?
- Yo tenía que tener una idea clara y para eso comencé a realizar dibujos hasta que esa idea resultó ser la combinación del rodado de bicicleta con la estructura del monopatín o patinete, en el cual solo te impulsas con un pie y te desplazas una distancia para luego tener que volver a impulsarte para recorrer otra distancia.
El Bicipatinete es diferente. Al principio también te impulsas con un pie pero luego todo el peso del cuerpo ejerce una fuerza impulsora, sin necesidad de recurrir nuevamente al impulso del pie para que siga desplazándose.
No hay dudas, ya quedó totalmente captada mi atención y seguramente también la del lector. -¿Trabajaste solo en esta idea?
- No, se lo comenté a mi vecino, Walter Sosa que es tornero y hace trabajos en su casa.
Éste fue captándola poco a poco y entonces comenzamos a trabajar en su taller sobre las ruedas de distintos tamaños e incorporando las piezas que se iban elaborando, construyendo simultáneamente el chasis o estructura sobre la cual montaríamos las ruedas.
Cuando ensamblamos las partes nos fuimos hasta Ejido y la Rambla para probar, con mi hijo Emmanuel convertido en piloto de pruebas, si lo que habíamos planificado en los dibujos se podía concretar en la realidad…
-… y la realidad fue que no funcionaba. No lográbamos que tuviera una continuidad en el desplazamiento.
Es seguro que estamos sintiendo la misma desilusión que cayó ese día sobre José, Walter y Emmanuel. Todo su esfuerzo burlado por alguna causa que hacía incompatible la cinemática con la dinámica, pero -¿Qué pasó después?
- Para no extenderme demasiado te diré que después de más de un año y de haber probado distintas estructuras de bicicletas y realizarles diversas modificaciones y diseñar nuevas piezas, llegó el día en que se logró darle al Bicipatinete la continuidad en su desplazamiento.
Había logrado un vehículo que podía cubrir las expectativas de cualquier usuario.
La continuación de la historia nos hace sonreír porque no nos deja olvidar que somos uruguayos, típica y porfiadamente uruguayos.
- Ya con el prototipo, bueno, digamos que si a eso podíamos llamarle prototipo porque lo cierto es que con las modificaciones, soldaduras, etc., visualmente no era nada lindo, le pedí a otro amigo Jony Cuello, diseñador gráfico que, en base a lo que yo le indicara, diseñara un modelo tipo Patinete o Monopatín, al cual incorporarle el sistema de funcionamiento, con rodado de bicicleta y lo que hizo, realmente sobrepasó mis expectativas ya que combinó funcionamiento con un estilo futurista genial.
Podríamos pensar que llega el final feliz para la historia pero no es así. José Bonizzi, comenzaría a sentir la desilusión después de recorrer empresas dedicadas a la fabricación de bicicletas en Uruguay.
- Intenté contagiarlos de las posibilidades de fabricar este nuevo vehículo de transporte de dos ruedas que, comparado con una bicicleta y a diferencia de ésta sobre la que te impulsas solamente con las piernas, utilizas todo el cuerpo…
No se trataba de un problema de costos porque el valor económico de ambos era similar.
- … pero no fue posible la idea de generar mano de obra nueva e intentar introducirlo en el mercado internacional a pesar de que en este momento no existe un vehículo similar.
-¿Porqué piensas que no tuvo éxito en nuestro país tu invento?
- Creo que Uruguay no es un buen lugar para emprendimientos relacionados con innovaciones. Primero, porque las cargas fiscales son tan grandes que los capitales de riesgo no entran en plaza. Segundo, porque las empresas ya instaladas están ocupadas en sobrevivir a la crisis y a la inestabilidad y, lamentablemente no visualizan las innovaciones como un camino para salir de las dificultades y por último y como alternativa está fabricar en Zona Franca, es una ventaja pero luego viene el problema de entrar en mercados proteccionistas como México, Argentina, UE, etc.
-¿Cómo llegaste a España?
- Averiguando surgió la posibilidad de interesar a empresarios españoles. En el Consulado de España en Montevideo me proveyeron de la información necesaria con la cual me embarqué para Barcelona y desde aquí fui a Bilbao, donde se realizaba la Exposición de Fabricantes de Bicicletas dónde realicé los primeros contactos, era noviembre del 2000.
- ¿Qué respuestas encontraste aquí?
- Mucho apoyo, pero también inquietudes dado que el Bicipatinete puede ser un vehículo competitivo de la bicicleta.
Por otra parte yo sólo tenía información escrita y dibujos, carecía de las patentes correspondientes y ellos querían verlo en funcionamiento.
Yo necesitaba un prototipo real, que satisficiera la curiosidad e impulsara la inversión.
Es difícil convencer a un inversor, lo era entonces y lo es ahora que tengo el prototipo y las patentes.
Lo que comenzó como la historia de un invento uruguayo se ha transformado en lo que podríamos definir como las peripecias de un uruguayo en pro de un sueño: el Bicipatinete y su inserción en el mercado.
Este uruguayo, que no consiguió que en su país se le otorgara una patente a su invención retornó a Uruguay donde se dedicó a fabricar el prototipo, esta vez con la ayuda de otro amigo, en la ciudad de Dolores.
- Enrique Martínez me dio una gran mano poniéndome su taller y el material necesario a mi disposición ya que en el taller de carecíamos de alguno de los elementos necesarios.
En abril del 2001, ya con el prototipo y acompañado del piloto de prueba, o sea mi hijo Emmanuel que además de su función como piloto me acompañó en toda esta odisea, regreso a España.
Aquí otra vez los amigos, Luis Vigata a quién conocí en la exposición de Bilbao me presentó a su padre Fernando que me ayudó en la investigación y redacción de los documentos para iniciar los trámites para la obtención de las respectivas patentes, la Patente del Modelo Industrial y la Patente de Invención del sistema de funcionamiento.
El 24 de octubre del 2001 José Bonizzi presentó los trámites para la obtención de las patentes.
- Como regalo de cumpleaños para mi esposa Grisel Happel por todo el apoyo que tanto ella como mis otros hijos, Alejandra y Marcelo siempre me brindaron. Ellos pasaron las mismas angustias, ansiedades… en pos de esta locura.
Nos quedan algunas dudas sobre la parte técnica y José nos las evacúa.
- El Bicipatinete Autopropulsado es una estructura de patinete y/o monopatín con rodado de bicicleta. Lo impulsas como un patinete y/o monopatín hasta que desarrolla un poco de velocidad, entonces el pie impulsor lo apoyas junto al otro en la plataforma y en determinado momento te impulsas con los dos pie y el peso físico, lo que ejerce una fuerza descendente y… en otra secuencia flexionas las rodillas para eliminar el peso de la plataforma y permitir el movimiento continuo del Bicipatinete.
- ¿En que etapa de desarrollo se encuentra su comercialización?
- En este momento estoy buscando una empresa, inversor o socio a quién le interese fabricar el Bicipatinete Autopropulsado.
Olvidamos decir que actualmente José Bonizzi vive con su esposa y sus tres hijos en Barcelona y continúa soñando el mismo sueño que en Montevideo fue una utopía y en España, quizás muy pronto sea una realidad.
Almería, el sur del norte, 14 octubre de 2004.