TODO DEPENDE DEL COLOR DEL CRISTAL CON QUE SE MIRA
Por Roberto Bogorja

Existe un dicho popular que dice "la mentira tiene patas cortas" y el mismo se refleja ya en el ámbito científico en una de las premisas de algunas de las especialidades de la comunicación, las relaciones públicas. En esta disciplina se establece que aunque sea muy grande la crisis y pueda dañar severamente a la institución, a sus miembros y a su imagen, nunca se debe mentir, pues las contradicciones y las mentiras se descubren fácilmente.
Lamentablemente la Dra. Muñoz, actual Ministra de Salud Pública, optó por la mentira, la soberbia (la misma que le fue criticada a algún antecesor suyo), y el jugar el papel de víctima, en lugar de decir directamente la verdad. Claro ella sabía que su cabeza no corría riesgo, pues la mayoría parlamentaria iba a actuar en forma corporativa respaldándola aún ante las peores consecuencias. Claro es que también es el proceder de muchos médicos que amparándose en su título, en los juicios de ética de sus propios pares, al igual que en las pericias forenses también de sus propios pares, se han acostumbrado a esa especie de impunidad que algunos han llamado "la mafia blanca". Con el pretexto de una determinada maniobra que era imprescindiblemente necesaria, o un tratamiento, o un diagnóstico no discutible por los profanos; han realizado tantos ejercicios en provecho propio (operaciones innecesarias) y tantas malas praxis que han debido enfrentar últimamente infinidad de demandas judiciales. Claro la excusa es fácil el paciente no respondió al tratamiento, hizo una crisis generalizada, se descompensó y tantas otras excusas para cubrirse. Y así se han acostumbrado a la soberbia y a la mentira.
Eso es lo que ocurrió en el caso del Pereira Rossell. No estoy juzgando si fue justa o injusta la destitución del Dr. Leborgne, ni su sustitución por alguien allegado a la clínica de la familia Vázquez. Lo que aquí si importa son las contradicciones generadas por la mentira y tergiversación de los hechos. Pues la Dra. Muñoz dijo que no se había interrumpido los tratamientos, luego que si. Sus lugartenientes han dicho que bueno no era tan importante si los pacientes (seis niños) no hubieran recibido esos tratamientos. Luego la Ministra reconoció que el problema era que se rompió el acelerador lineal, pero los técnicos dijeron que no. Ahora la culpa es de alguien que no le llegó la información a tiempo. En definitiva el problema se llama negligencia por soberbia.
Por eso digo, todo depende del color (partidario) del cristal con que se mira. Si esto hubiese ocurrido en la administración anterior, que como bien saben mis asiduos lectores no es de mi color político, seguramente hubiese caído el Ministro. Claro cuando lo hace un frenteamplista la cosa se minimiza, sobre todo si esta es una pieza de peso político y de una fuerte corporación como es la actual Ministra. Si esto no es corrupción, entonces yo me pregunto ¿cómo se debe llamar? O es que la corrupción tiene color partidario, y por tanto esto no se toma como tal.
¿Es que acaso el cambio es este?, hacer lo mismo y actuar igual que lo hicieron los anteriores. Si es así, entonces el cambio es sólo de actores, si mentir, tergiversar la información, manipular la situación y sentirse apoyada en un corporativismo, no es corrupción, entonces no hay cambio, sólo ambiciones en pos del poder para uso personal.

Unas palabras de la
Dra. Jacinta Balbela
por Helena Arce

Al recibir la atenta invitación de la Comisión Organizadora de la campaña de donación de libros, de la cual en la penúltimo edición de nuestro semanario comentamos, los miembros de la Comisión hicieron cada uno de ellos sus comentarios al respecto.
Una de las últimas en hablar fue la destacada jurista uruguaya, la Dra. Jacinta Balbela. Palabras más, palabras menos su alocución fue un llamado a los hombres y mujeres de leyes para que donaran libros sobre el tema para que los hombres de leyes pudieran tener acceso a la bibliografía referida al derecho, especial énfasis puso en la donación de Códigos, para que los abogados, fiscales y jueces de todo el país, estuviesen bien documentados a la hora de hacer cumplir las mismas.
Agregó la Dra. Balbela que los Partidos Políticos luchan entre ellos, pero la Justicia debe aplicarse defendiéndolos a todos por igual.
Cuando termino el acto, me fui aparentemente distraída, pero en realidad me retiré concentrada en estas palabras.
Dos aspectos de esta solicitud me hicieron reflexionar hondamente:
1 El horror, el susto que me provoca el hecho de la necesidad imperiosa de dotar a nuestros hombres de leyes de la documentación necesaria para que pueda la justicia aplicarse correctamente. Si hay algo de lo que siempre uno se sintió orgulloso en este país es de la independencia de nuestra justicia, y sigo pensando que así es y así debe ser. Sin embargo preocupa que una destacadísima jurista uruguaya necesite hacer este llamado, pues es evidente que por más independencia que la Justicia tenga, si quienes deben aplicarla no están bien informados, bien documentados, no podrán hacerlo como es debido, y estamos entonces en medio de la incertidumbre jurídica. Personalmente los problemas que esto pueda acarrear a los políticos de nuestro país, no me preocupa mayormente, pues todos ellos tienen los medios necesarios, en cuanto a recursos económicos y/o de relación personal, como para obtener asistencia letrada suficiente y seria. Por ello lograrán obtener que aquellos que deban juzgarlos se documenten lo necesario antes de aplicar la ley, y/o de asumir su defensa. Pero... ¿ Y aquellos que no tienen recursos suficientes para tener acceso a los defensores más preparados, aquellos que no ameritan que quien deba juzgarlo busque la seguridad absoluta que le permite la relatividad de la realidad , antes de juzgarlos?
2. El segundo aspecto que me preocupó del pedido de la Dra. Balbela fue su afirmación de que los Partidos Políticos luchan entre si, y vi varias cabezas de legisladores allí presentes, asintiendo las palabras de la excelente jurista. Y volví a preocuparme, más aun, hondamente. Venimos de dos años de lucha electoral, hemos terminado al fin de elegir a nuestros gobernantes y representantes, tanto nacionales como municipales, hoy no es día de lucha. En estos años los miembros de los Partidos Políticos deben arremangarse y ponerse a trabajar en equipo, por el país, en forma conjunta, no a luchar entre ellos. Ya vendrá el tiempo en que deban marcar diferencias para convencernos unos y otros, cual es la mejor propuesta. Pero HOY, si así HOY con mayúsculas, no es momento para luchas entre partidos, HOY es momento de construcción, o de reconstrucción. Tenemos un país con graves problemas, económicos y sociales, este país y sus habitantes merecemos que nuestros políticos dejen de pelear y se pongan juntos a buscar reconstruir este país y devolvernos el estado de bienestar que nunca debimos perder.