¿CÓMO SE ATREVE? |
|
Por Helena Arce
|
En estos días asistimos anonadados a la aparición del Bensión, con perdón de la palabra. Ha escrito un libro a modo de descargo, donde a precio de ganga, según él, hace sus descargos. Explicando como viene a resultar que es una víctima inocente de lo ocurrido, en junio del 2002. El es una víctima inocente, y ha tenido que soportar con dolor la crisis que quebró al país en mil pedazos, y soportar que la gente lo insulte por la calle. Fue observado por el Parlamento en pleno y fue por motivos políticos, Eso dijo, muy suelto de cuerpo en el informativo.
Eso y nada más sabré, Bensión, de su libro pues no se me ocurrirá gastar los pocos dineros con que cuento para la subsistencia de mi familia, en algo que pueda darle a usted un ingreso.
Sin embargo me permito decirle que parece que usted hubiese estado viviendo en la estratosfera estos años, y creyera que al unísono, andábamos los uruguayos en el limbo.
![](bensionastro.jpg) |
|
¿Sufrió dolor por las medidas que tuvo que tomar y nos sumieron en la crisis que pasamos? Yo le preguntaría: ¿Dónde vive, que come y donde duerme de noche? Y también le preguntaría: ¿Tiene alguna idea de dónde viven, que comen y donde duermen cientos de miles de uruguayos? Usted, vergüenza me da decirlo, estudió lo mismo que yo, por lo cual algo de números entiende: ¿Sabe lo que significa el tercio de una población? ¿Sabe lo que significa, el diez por ciento de ese tercio? ¿Sabe proyectar el que de esa población, la mitad de los niños estén en ese tercio? Esos porcentajes, hablan de la pobreza a la que usted, el elenco que usted integraba y sus brillantes medidas llevaron a este país.
Usted ha sufrido, dice. Bien, ¿Sabe lo que ha sufrido el resto de los ciudadanos de este país? Todos los ciudadanos hemos perdido: estafados por los bancos, caído en morosidad por deudas contraídas cuando se las podía pagar y de la noche a la mañana se volvieron imposibles, con comercios cerrados, con trabajos perdidos, sin cobertura de salud, perdiendo la vivienda.
¿Quiere que siga? ¿Le hace falta, o tiene ganas de darse una vueltita por la calle Tristán Narvaja y Mercedes a la noche y contemplar la mullida cama que tiene allí mucha gente, o tal vez bajo el dolorosamente célebre puente de la calle Sarmiento sobre Boulevard, puede también, si quiere darse una vuelta por la calle Valparaíso entre Rondeau y Paraguay y ver allí el chalet que se construyó una familia?
Sigamos con los números, veamos... pensemos en la cantidad de matrículas que crecieron en la enseñanza pública: ¿Qué habrá sucedido que de pronto a los padres en masa, se nos ocurrió sacar a nuestros hijos de los colegios privados y mandarlos a los públicos? Bueno hay más, ¿Y las atenciones en los hospitales públicos?: ¿A cuánto ascendieron? Caramba, de pronto la gente dejó de creer en la salud privada y opta por atenderse en los hospitales públicos.
Pero podemos preguntarle a las empresas de cable en cuanto han ascendido sus abonados, a los vendedores de ropa en cuanto han ascendido sus ventas, a las zapaterías, a los restaurantes. Seguramente todos cierran las puertas de sus comercios, porque los comerciantes han hecho tanto dinero últimamente que decidieron no trabajar más.
Se me ocurre hacer una pregunta especial a las empresas de transporte de pasajeros, porque me llama la atención cuantas bicicletas veo en las calles, es que los uruguayos nos hemos vuelto tan ecológicos últimamente, que la gente que vive lejos de su trabajo prefiere desafiar el frío y la lluvia en bicicleta. De taxis mejor ni hablamos, se ve que no tienen ganas de trabajar porque hacen colas y colas por las calles, parados..
Pero no se impaciente, hay más: el otro día me comentaba una señora que vende curitas y con la que suelo hablar, estaba contentísima, pues el marido consiguió trabajo, logró conseguir una cuadra donde cuidar autos, con eso y habiendo logrado que sus hijos coman en la escuela y merienden en el merendero del barrio donde vive, se asegura que ella y el marido van a poder comer todos los días, aunque sea una comida.
|
![](bicibencion.jpg) |
Ya que hablamos de trabajo le cuento, el otro día tomé un ómnibus en la Aduana, si soy una pequeña burguesa aún puedo tomar ómnibus cuando la distancia lo amerita, y la señora que estaba sentada a mi lado se encontró con un conocido, el le dijo que había ido al puerto a buscar trabajo pero no había nada , que pensaba ir a otro lugar, no recuerdo el nombre. La señora le dijo, no te gastes, mi marido ya fue y tampoco allí consiguió. En el mismo ómnibus le chistaron al guarda y el no sintió, después le comentó al chofer: Si en realidad no escuché, es que hoy se me vence el segundo recibo de la luz y no se como hacer para pagar, y si no la pago me la cortan.
Seguimos, por favor no se ponga nervioso, mi peluquera, a la que puedo seguir concurriendo gracias al instituido canje, yo le llevo los libros, ella me atiende el pelo, está muy preocupada porque no logra cubrir el presupuesto, y eso que la peluquería la tiene en un salón en su casa, gracias a ello no tuvo que cerrar. . Parece que la reactivación aun no da para que las señoras .concurran a las peluquerías, pero es sabido que las uruguayas no somos demasiado coquetas, seguramente es ese el motivo.
Hay más noticias para este boletín, mi dentista se fue con su marido y sus dos hijos a Canadá, tuvo suerte como ella es profesional y el marido también pudo irse a ese país legalmente, y en un año allí logró recuperar todo lo que había perdido aquí, fruto de años de trabajo, . gracias a la dedicación que usted y los suyos pusieron al gobierno Es que los uruguayos somos inconformistas y preferimos irnos a un país extraño, lejos de la familia, con niños pequeños, por el gusto de viajar. Por eso, nada más, una de las secciones más oídas del programa “Malos Pensamientos” es Operación Retorno, donde Petinati contacta a los uruguayos en el exterior.
Conozco gente desesperada que ha intentado suicidarse, parejas de años de matrimonio que han terminado separándose, todos enajenados por los problemas económicos, pero lo que pasa es que los uruguayos no sabemos sufrir, debe ser eso. Por eso entiendo su dolor, ante nuestra incomprensión.
Usted se queja que es insultado en la calle, mire yo que usted agradecía la suerte de haber nacido en este bendito país, y que los uruguayos somos gente pacífica. Aun puede andar por la calle, a lo único que se expone es a que lo insulten.
|
|
|