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Las Piedras, octubre de 2004.-
Sr. Director de "INFORME URUGUAY"
De mi mayor consideración:
He tenido la oportunidad de leer en su excelente publicación por Internet, la nota que suscribe el Señor Roberto Bogorja, relativa a las características de las actuales campañas electorales, la mayoría de cuyos conceptos comparto. Tal vez incurre la nota en cierto grado de generalización exagerada, sin entrar en un análisis más pormenorizado, lo cual parece responder al concepto predominante en la actualidad sobre la política y los políticos. Pero en general es aceptable.
Sin embargo, quiero referirme en particular al párrafo que alude al PARTIDO INDEPENDIENTE, al que pertenezco (aspecto que advierto de antemano para no pretender una objetividad absoluta e impoluta). Dice el Sr. Bogorja: "Aún es más lamentable la campaña de Pablo Mieres (Partido Independiente) quién centra su estrategia en pretender estar al nivel de los otros partidos, como si fuese una opción válida para llegar al gobierno. Con ello sólo termina haciéndole los mandados a otros". Deben formularse varias puntualizaciones:
a) el P. Independiente y su principal candidato Pablo Mieres NO CENTRAN su estrategia en pretender estar al nivel de los otros partidos. El centro de la estrategia del P.I. es la conformación de un buen Parlamento y las propuestas de gobierno que el partido formula, para que sean llevadas a cabo cualquiera sea el partido de gobierno, si es que ese partido las admite o comparte. Incluso en ocasión de las elecciones internas, a las que el P.I. compareció por simple obligación electoral, se le reprochó excederse en recordar que no se competiría por la presidencia de la República en octubre. Nuestras propuestas programáticas son concretas y a nuestro entender viables. No sólo decimos "qué" habría que hacer, sino también "cómo". Se podrán compartir o no, esa es la esencia de la Democracia, pero no son fórmulas demagógicas, voluntaristas o hipócritas. Ellas son el centro de nuestra estrategia. Lo prueba el hecho de que desde ya planteamos la iniciativa de convertir nuestro sistema en un parlamentarismo, suprimir una de las Cámaras y eliminar varios ministerios y entes estatales por la vía de reunirlos en una sola institución que cumpla todas sus funciones. Para nada hacemos hincapié en presuntas opciones válidas para llegar al gobierno: ¿de dónde lo sacó el Sr. Bogorja?
b) ¿Qué significa "estar al nivel de los otros partidos"? Si el corresponsal alude a los porcentajes de votos que las encuestas le asignan al P.I., debemos señalarle que los partidos son electos por su número de votos, pero éste NO les asigna privilegio, excelencia o razón, necesariamente. Son los llamados a dirigir la Nación, y así debemos aceptarlos, pero ello no les eleva el "nivel". ¿O el Sr. Bogorja vota como "Vicente"? Si en cambio, alude al nivel racional, el del P. Independiente es tan válido como cualquier otro (a mi personal entender lo es más que los otros, por supuesto) y eso es pura y simplemente problema de opinión.
c) por último, la frase en la que señala que el P.I. termina "haciéndole los mandados" a los demás partidos, es sencillamente enigmática. Participar en unas elecciones, postularse al parlamento (y también por disposición legal al P. Ejecutivo) y presentar propuestas propias, es hacer lisa y llanamente lo que corresponde, en una democracia representativa, a los partidos políticos. ¿Qué clase de "mandados" menciona temerariamente el corresponsal?
Mi interpretación es la de que el señor Bogorja no ha prestado ni mucha ni poca atención a la campaña del P. Independiente, y por eso sus errores de apreciación.
Atentamente:
Esc. Oscar E. Almada López (Convencional del P. Independiente)
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