Año II - Nº 98 - Uruguay, 01 de octubre del 2004
  1 Campaa Mundial Seguridad en la Red
 
- La derrota de Tabaré Vázquez
- Una luz en las tinieblas
- Mecenas y Mentiras
- Cuando un amigo se va
- Rocha se desnuda
- Por los pueblos de Almería: Una visita a Dalías y su entorno
- Herencia Artiguista
- ¿Si esta es la campaña, las ideas dónde están?

- Varias carreras muy necesarias

- Au Revoir Tristesse
- Gatúbela llega arañando a la cartelera montevideana
- Camarones Gigantes
- Las Propuestas de Nuestros Candidatos
- El rapto de Morgan
- Papá, cuéntame otra vez
- 13 de agosto 1927: Péricles Azambuja Historiador y Periodista ejemplar
- Anécdotas Bancarias: Puntos de Vista
- Deportivísimo
- Noticias de España
- Dimes y Diretes de la Política
- Espectáculos: La Movida Jóven I
- Música y Belleza
- El parque de la ilusión
- El sueldo del Presidente y las Autonomías Municipales
- Así Somos: Fiesta Nacional de la Primavera
- Sin más comentarios
- Ecos de la Semana
- Hurgando en la Web: Historia de Internet
- Bitácora Política
- Bitácora Uruguaya
- Información Ciudadana
- La Cocina Uruguaya
- Rincón de Sentimientos
- El Interior también existe
- Olvidémonos de las Pálidas
- Las Locuras de El Marinero
- Cartas de Lectores

1 Campaa Mundial Seguridad en la Red

 

Papá cuéntame otra vez
Por: Verónica Lay

Ayer sábado, comencé a leer el libro que me traje de Uruguay cuando me vine para Nicaragua, y lo tenía ahí… en un estante. Tuvo que venir Bea de México y sacarlo de la biblioteca, para recordarme que no lo había leído… y por supuesto se me antojó: Seregni-Rosencof. Mano a mano.

Apenas comienza el libro, estos dos grandes hacen referencia a la Revolución Española y como influyó en el pensar de toda una generación de uruguayos. “Ay Carmela”… la canción que sonó tanto… y por supuesto inmediatamente me sonó también en mi cabeza.. tanto que comencé a tararearla…

Y lo que provoca un libro… es como que se desencadenan un montón de recuerdos, pensamientos… y uno se queda con los ojos abiertos, fijos en algún párrafo del libro, mientras que el pensamiento comienza a hacer zapping y va de un recuerdo a otro, de una sensación a otra.. de mi papá bien joven cantándome “Ay Carmela”… hasta una noche de festejo de la Bancada de ediles con mi amigo José Tognola junto a Gustavo Gonzalez.. con mi guitarra.. los tres cantándola … Tantas veces que canté esa canción!

Y entonces concluyo también, que a mi me marcó también la revolución española….Pero en realidad lo que me marcó a mi fue mi papá…

“Papá cuéntame otra vez, esa historia tan bonita, de gendarmes y fascistas y estudiantes con flequillo. Y dulce guerrilla urbana en pantalones de campana y canciones de los Rolling, y niñas en minifalda” – canta Ismael Serrano… y sigue:

“Papá, cuéntame otra vez, todo lo que os divertisteis, estropeando la vejez a oxidados dictadores, y como cantaste Al Vent, y ocupasteis la Sorbona en aquel Mayo francés en los días de vino y rosas”…

Por supuesto que mi papá también tuvo su Mayo francés.. pero en Uruguay y diez años antes, con pantalones bombilla y corbata, ocupando la Universidad y así logrando la Autonomía… Todos esos cuentos me vinieron a mi memoria. También recordé a mi mamá corriendo, perseguida por un caballo y quedando atrapada entre una pared y ese gran animal… pobre mi madre! Ella de puro solidaria con mi padre al que iba a llevarle comida a la Universidad…

En el mismo libro también nombran la dictadura de Terra… y que la revolución española también se daba en el marco de esa dictadura.. y como influyó todo eso en el pensar de estos uruguayos… y también mi mente voló a los cuentos de mi abuela Maria Dolores y su hermano Luis Adolfo Tejera… Recordé los cuentos de mi abuela y el nacimiento del nacionalismo independiente y la rebeldía de mi tío abuelo… y también concluyo que eso también influyó en mí… Pero en realidad fue mi abuela…

Hoy que recorro la década de los “cua cua”.. me doy cuenta que soy lo que soy, porque tuve una abuela y un padre a los que escuché y siempre admiré como pienso rara vez ocurre. Y sé que por eso soy especial…

Ismael Serrano sigue…

“Papá, cuéntame otra vez, esa historia tan bonita, de aquel guerrillero loco que mataron en Bolivia y cuyo fusil ya nadie se atrevió a tomar de nuevo y como desde aquel día todo parece mas feo.”

Todo el latinoamericanismo que me transmitió mi papá tal vez, sin darse cuenta.. sin tener ese propósito… simplemente por la necesidad de contarme sus cosas, sus ideas…

Y hoy domingo, justo que resolvimos con Enrique dedicarnos a estudiar “La Revolución Mexicana”, pues Beatriz nos trajo unos libros y Arturo nos mandó algunos CD de la Revolución Mexicana, que suenan en el equipo a pesar de que son apenas las 6 y 30 de la mañana…. también reconozco tantas canciones que mi papá de joven me cantaba… y las canto sin darme cuenta… porque “es como andar en bici… uno las aprende y nunca más las olvida” le comento a Enrique! Y concluyo entonces, que también esa Revolución mexicana influyó en mi pensar… Pero fue mi padre.

Porque ninguno de los tres acontecimientos, ni la Revolución Mexicana, ni la Española, ni la dictadura de Terra fueron acontecimientos que viví directamente… Si se quiere yo viví la Dictadura militar del 73-84 y la Revolución Nicaragüense… Pero ya con cabeza propia, con capacidad de análisis, de síntesis, de crítica…

Y recuerdo a mi padre afeitándose… colocando el agua caliente que le sobraba del termo, (después de haber tomado mate conmigo toda la mañana) en un recipiente tipo vaso… donde colocaba la brocha enjabonada… y comenzaba a pasársela por la cara hasta que quedaba como papá Noel!!... Todo eso lo hacía todos los días cuando yo tenía más o menos 10 años… tipo ceremonia… sin dejar de hablar, sin dejar de contarme alguna cosa… porque toda la mañana yo se la dedicaba a las charlas con mi papá… Entonces, después tomaba la afeitadora… no las de ahora.. sino las que dando vuelta del manguito.. se abren como dos puertitas y allí va una hojita de afeitar… y entonces se afeitaba y quedaba lindo… pronto para irse a trabajar!

“Papa, cuéntame otra vez que tras tanta barricada y tras tanto puño en alto y tanta sangre derramada al final de la partida no pudisteis hacer nada y bajo los adoquines no había arena de playa. Fue muy dura la derrota, todo lo que se soñaba se pudrió en los rincones, se cubrió de telarañas, y ya nadie canta Al Vent, ya no hay locos, ya no hay parias, pero tiene que llover, aun sigue sucia la plaza”… sigue cantando Ismael Serrano.

Hoy vivo en Nicaragua… lejos de mi país, lejos de una revolución triunfante, que hoy es perdida… y a veces pienso lo que dice Ismael Serrano: ”… sin embargo a veces pienso que al final todo dió igual: las ostias siguen cayendo sobre quien habla de más…”

Y no quiero terminar este relato de forma pesimista… a pesar de que suscribo casi todo lo que canta Ismael Serrano… quiero pensar que el triunfo…está formado por miles de derrotas, y que los sueños siguen estando allí… que como también alguien dijo.. la utopía es como el horizonte… que cuando uno cree llegar… siempre se aleja más…

Pero hoy confieso.. que a pesar de tener 4 veces 10 años…. me gustaría que mi papá… me contara otra vez…

Papá.. podes contarme de nuevo? Necesito refrescar un poco mi utopía!

Besos
Vero