Año II - Nº 98 - Uruguay, 01 de octubre del 2004
  1 Campaa Mundial Seguridad en la Red
 
- La derrota de Tabaré Vázquez
- Una luz en las tinieblas
- Mecenas y Mentiras
- Cuando un amigo se va
- Rocha se desnuda
- Por los pueblos de Almería: Una visita a Dalías y su entorno
- Herencia Artiguista
- ¿Si esta es la campaña, las ideas dónde están?

- Varias carreras muy necesarias

- Au Revoir Tristesse
- Gatúbela llega arañando a la cartelera montevideana
- Camarones Gigantes
- Las Propuestas de Nuestros Candidatos
- El rapto de Morgan
- Papá, cuéntame otra vez
- 13 de agosto 1927: Péricles Azambuja Historiador y Periodista ejemplar
- Anécdotas Bancarias: Puntos de Vista
- Deportivísimo
- Noticias de España
- Dimes y Diretes de la Política
- Espectáculos: La Movida Jóven I
- Música y Belleza
- El parque de la ilusión
- El sueldo del Presidente y las Autonomías Municipales
- Así Somos: Fiesta Nacional de la Primavera
- Sin más comentarios
- Ecos de la Semana
- Hurgando en la Web: Historia de Internet
- Bitácora Política
- Bitácora Uruguaya
- Información Ciudadana
- La Cocina Uruguaya
- Rincón de Sentimientos
- El Interior también existe
- Olvidémonos de las Pálidas
- Las Locuras de El Marinero
- Cartas de Lectores
 
 

 

Jorge entra hambriento a un restaurante; se sienta en una mesa sucia y ordena:
-¡Oiga mesero, venga aquí por favor!
Pero nadie le hace caso.
Insiste:
-¡Oiga, mesero, venga por favor!
Nuevamente, nadie le hace caso.

Mientras espera, mira hacia la mesa y ve a 15 hormigas 'punk' en motos, armadas con bates, cadenas, navajas y látigos persiguiendo a una sola. La hormiga solitaria vestía chamarra negra, pantalón de cuero, botas negras y conducía una motocicleta plateada.
El hombre, asombrado, observa como el grupo de 15 hormigas intenta atrapa a la hormiga solitaria, cuando, de pronto, la hormiga solitaria da un giro de 180 grados en su vehículo, saca un látigo y de un sólo golpe tumba a 6 hormigas; se da la vuelta y sigue su camino.
Las cosas se están poniendo buenísimas, pensó el tipo. Hasta el apetito se le había quitado.
La persecución continuaba, y todas iban a la máxima velocidad esquivando vasos y platos, de improviso, la solitaria saca del bolsillo una bomba de humo; enciende la mecha y la arroja hacia la pandilla. El humo se expandió rápidamente haciendo que las perseguidoras tuvieran poca visibilidad y dos hormigas más cayeron al suelo. Ahora únicamente quedaban 7.
Varias hormigas le arrojaban navajas tratando de agujerear las llantas. Pero la hormiga era sorprendente y se movía de lado a lado. Colérica, la hormiga jefe, una enorme roja, bien fortachona, saca una cadena larga y le pega un latigazo en el brazo a la solitaria. Ésta perdió el equilibrio y se estrelló contra un grano de arroz; rápidamente la hormiga se levantó y se subió a la moto, pero cuando levantó la mirada estaba rodeada. Las 7 hormigas punk, irritadas, sacaron sus armas; empiezan a acelerar sin avanzar, la otra hace lo mismo. Entonces las punk aceleran a toda velocidad con las armas al frente, la solitaria saca una cadena y de pronto...

Llega el mesero y limpiando la mesa dice:

-¿Qué le sirvo, señor?

 

 

La novicia del convento está escribiendo una carta y comienza:
Querido Monseñor.
Se da cuenta de que aquel puede mal interpretar sus palabras y vuelve a empezar..
Excelentísimo Monseñor.
Recapacita pensando que es demasiado formal.
Sr. Monseñor
Este título le parece muy mundano
Así que probando varios títulos, decide que el mejor es Don Monseñor
Para asegurarse de no meter la pata, le pregunta a la Madre Superiora:
- ¿Madre, Monseñor se pone con Don?
- Claro que se pone condón, si no, este convento sería una guardería­.

 

 

El Metrosexual

He encontrado al hombre con el que soñamos todas las mujeres. El hombre perfecto. Y ahora que lo tengo... no sé qué hacer con él.
¡Es demasiada responsabilidad! Es como tener una cámara digital con autofocus y zoom incorporado... Que si la foto sale mal, ¡esta claro que es culpa tuya!
Porque él es comprensivo, sensible, detallista... lee el Cosmopolitan... ¿Qué digo "lee"? ¡Lo subraya! La verdad es que es maravilloso. Para empezar, recuerda todas las fechas... Y cuando digo todas, es todas: me mandó flores el día que hicimos una semana, el día que hicimos un mes, el día de mi cumpleaños, el día de mi santo, el día de la mujer trabajadora.. ¡Que tengo la casa que parece la tumba de Lady Di!
Bueno, y cada vez que vuelvo de la peluquería... ¡él lo nota! Se me queda mirando y me dice:
- Cariño... tú te has cortado las puntas...
¡Es que se fija en todo! Aunque esto tiene sus problemas... Me alaba tanto la lencería que luego no tengo valor para ponerme bombachas normales.
Vamos, que el tanga me ésta haciendo una ulcera en la piel Y, sobre todo, no me lleva nunca la contraria: estoy hasta los cojones de ir a ver comedias románticas. Por no hablar de cuando vamos de compras... Oye, ¡que le pone interés! Le pone tanto interés que me agota... Yo destrozada, y él:
- Venga, cielo, sólo una tienda más...
Y yo:
- No, de verdad que éste me gusta...
Y él:
- Eso lo dices para que nos vayamos...
Por no hablar de lo humillante que es salir con el hombre perfecto: no bebe nunca; con lo cual, yo parezco Massiel.
Come menos que yo; con lo cual, yo parezco... Massiel.
Y baila de puta madre, con lo cual yo parezco...Massiel.

¡Y encima está buenísimo! Yo, para arreglarme, necesito tres horas. Y salgo hecha un asco. Él, en cinco minutos, se ha duchado, se ha puesto perfecto y me ha limpiado el baño. Que entro yo pensando que me lo voy a encontrar todo hecho un desastre... y me lo encuentro impoluto... Que me dan ganas de decirle:
"¡Pero bueno! ¿Dónde me has puesto los pegotes de maquillaje que había dejado yo aquí, en el lavabo? Oye, ¡que no hay forma de enfadarse con él!
No saben cómo echo de menos esas reuniones con mis amigas poniendo las orejas coloradas a nuestros novios... Ahora ya ni voy. ¡Para no poder ni abrir la boca...! El otro día fuimos a cenar a casa de unos amigos y ellos se pusieron a discutir. Y yo le dije a mi novio:
- ¡Ayyyy... qué bonito! Cariño, tú y yo nunca hacemos esas cosas...
¡Solo una vez creí que íbamos a discutir! Llego a casa y me pregunta:
- Cielo... ¿Tú has metido en la lavadora tu tanga rojo con mis camisas blancas?
- ¡Sí!
- ¡Pues se ha desteñido todo!
- ¿Sí? ¿Y estás enfadado?
- ¡Pues sí! ¡Con la maldita lavadora!!
Ay... qué desesperante. ¡Lo distinto que era todo con mi ex!
Recuerdo una vez que le dije:
- Ay, cariño. Me veo gorda.
- No te preocupes, tonta... eso le pasa a todo el mundo.
- ¿Todo el mundo se ve gordo?
- No, que te ven a ti.
Pero cuando ya toque fondo con mi "hombre ideal" fue un domingo que estaba yo ahí tan tranquilamente tirada en el sillón, viendo la tele, y llega él, me arranca la manta y me dice:
- ¡Venga, arriba, cariño...! ¡Tengo entradas para llevarte a ti y a tu madre a Expo-mascota!
- Ay, cielo, déjalo... Si no te la va a comprar nadie...
Yo ahí ya me dije: "Tanta perfección no es normal" Y desde entonces le estoy provocando, a ver hasta dónde aguanta. El otro día estábamos viendo la final de la Champions League y de repente... agarro el control remoto del TV, hago "clic" y pongo el canal "Gente".
- ¿Qué? ¿Te jode?
Y va y me dice:
- No, cielo, no te preocupes.. si los penaltis son una lotería..

¡No puede ser! ¡Aquí hay gato encerrado! ¿Qué hace conmigo un tío tan maravilloso?
Y me puse a darle vueltas: "A ver, la nacionalidad la tiene... Por dinero, tampoco puede ser, porque con lo que le debo al banco.. ¡a quien debería ligarse es al director...! ¡Oye! ¡A ver si va a ser gay"
Porque ahora que lo pienso... cuando vemos una tía buena, le saca los defectos antes que yo...
Tú le dices:
- Joder, mira qué guapa Cindy Crawford...
Y te contesta:
- Sí, pero... tiene los tobillos gordos
Aunque por otro lado... ¿Cómo va a ser gay? Si es una máquina en la cama.
Nos pasamos seis horas haciendo el amor. No sabéis lo que aguanta.
Tengo que esperarle yo a él... ¡Que estoy cogiendo complejo de eyaculadora precoz! Bueno, y no creáis que luego se pone a roncar. Me da una conversación... Que si me ha gustado, que si le quiero, que si quiero otro... Que al final le tengo que decir:
- ¡Cariño, lo que quiero es dormir!
Mira, yo ya no podía soportar tanta perfección, así que la semana pasada hablé con él:
- Cariño, así no podemos seguir. O cambian las cosas, o lo dejamos. Y se está esforzando, ¿eh? El otro día salió con los amigotes, y cuando llega a las cuatro de la mañana, me despierta y me susurra al oído:
- Cariño, cariño... quítate las bragas...
Y yo toda emocionada:
- ¡Huy...! ¿Qué te pasa?
Y él:
- Que voy a poner una lavadora.